miércoles, 23 de diciembre de 2020

UNA CARTA TELEVISIVA AL NIÑO DIOS:

 


Querido Niño Dios:

Yo sé que tengo más de 25 años que no te escribo una carta (no digo cuantos en realidad para que no se pillen mi edad real), pero la ocasión lo amerita. Hay mucho por pedir para nuestra televisión, que ha quedado con más estragos que paciente recuperado del Covid-19 o habitante de Providencia tras el huracán Iota…y el huracán de idiotas que fueron a posar de dizque solidarios por allá.

Este año, creo, televisivamente me porté bien. No caí en las garras de los hooligans del Uno ni en el comité de focas de Caracol, que tanto se las daban de “programar lo nuevo” con Amar y vivir, La Nocturna 2, La venganza de Analía o El General Naranjo y hoy terminaron dependiendo de reencauches de tan cuestionable factura como Pedro el Escamoso, Rafael Orozco, el ídolo o Pasión de Gavilanes. Ni creí en los cantos de sirena de RCN ( cofcofPaQuerertecofcof.) Y hasta tuve sentido crítico frente a esos descaches de Señal Colombia de emitir unos dramatizados auspiciados por la extinta ANTV que debían ya tener moho de lo anaquelados que estaban y que parecen dignos de las horas más bajas de Colombiana de Televisión.

Comencemos dándote gracias: Gracias Niño Dios por llevarte este año de la TV un reality sobrevalorado y harto como Desafío Super Humanos. Para 2021 te pido que hagas lo mismo con un farsality peor de harto como Prevención y Acción. Te pido que las vacunas del Covid-19 lleguen pronto, así ello signifique volver a ver a la señora que deliraba con tener en sus manos el sobre en la TV nacional. Más que nada, porque sin coronavirus, se le acaba la excusa a Porky de seguir con su ladrillo televisivo que no ve ni doña Maria Juliana.

Gracias también por demostrar que Yo soy Betty la fea no es la cura de todos los males de RCN. Como piden mis más fieles seguidores, que para 2021 los de Las Américas no vuelvan a repetir Betty en loop como si no hubiese un mañana. Y menos nos pasen Ecomoda una vez termine esta repetición que están pasando. Gracias también por jubilar El Chavo del 8 y todos los programas de Chespirito. Yo sé que no fue fácil, pero, honestamente, en Caracol y RCN la sacaban barata con ellos. Para 2021, haz algo similar con el programa insignia del enguayabado del fin de semana: Cuentos de los hermanos Grimm.

También te pido que el noticiero de Caracol dure máximo una hora y media. Hacerlo hasta las 3 de la tarde es exagerado, sobre todo cuando el bucle de noticias es casi el mismo: Covid-19, política, los deportes que ninguna alegría han traído este año. Ah, y que no sobrevalore a sus presentadores.  Lo de Juan Diego Alvira ya no tiene nombre. Como también sobrevalora la inteligencia del televidente con guisadas espantosas como Bingos felices, Cazavideos o las infinitas horas de La Red o Expediente Final. De RCN no digo mucho, gran parte de las basuras que hicieron este año ni se comerán las 12 uvas: Nuestra Casa, Confinados o La Tienda bien pueden dar fe de ello. Y Superlike va por los mismos tiros, tarde o temprano. Igual, con Concurso Nacional de Belleza o con Miss Universe Colombia, no dejan de producir pena ajena por perder en rating hasta con una basura monumental como El Rastro por enésima vez. O por poner presentadores que le pasan el micrófono a una candidata sordomuda.

Te pedimos que no traigas más concursos de cantantes, en ambos canales. Yo sé que esta petición te queda difícil, porque mínimo nos tragamos el final de A otro nivel y RCN re-desempolvará Factor X con Karen Martínez de presentadora (¿así de mala anda la cosa en casa de Juanes que la mujercita se tuvo que poner a trabajar?). Con que no nos traigas la enésima versión de La Voz (inserte aquí lo que le salga de los huevos a Caracol), me conformo. Y también sé que RCN va a traer la adaptación de The Masked Singer, fijo para poner a los varados participantes de sus realities de cantantes.

Como en 2021 no hay ninguna elección importante, esperamos que no sea un año para sentir tanta pena ajena en el cubrimiento de eventos políticos como eso de los gestos de “caballerosidad” que Luis Carlos Vélez le pedía a Joe Biden. Te pido que cada vez se cierren más  los espacios para que gente estúpida como Polo Polo, Epa Colombia, Yina Calderón o Jorge Cárdenas sigan siendo “famosos” por decir cosas aun más estúpidas.

Te pido por más Embusters, Cuatro Preguntas a la Historia, Contra el Olvido, Conectados, Profe en casa, Señal de la Mañana o En Cine nos vemos y hasta repeticiones de productos de calidad como San Tropel y no vainas que luego no saben ni dónde acomodar como Los Reyes o La hija del Mariachi. Del Uno no se puede decir nada, con o sin pandemia y sigue siendo la misma basura: Guerreros, Caso Cerrado, noticieros monótonos y anime más visto que el sol.  Te pido que Netflix no se nos llene de los descartes del mediocre de Dago García (sí, Chichipatos, es con ustedes). Yo sé que muchos pagan suscripción para adelantar Betty o los Gavilanes o ver ladrillos como Siempre Bruja o Frontera Verde, pero  hay esperanzas. Así sean como El Robo del siglo ( y no, no me refiero al impuesto Covid-19)

Como diría otro de mis fieles seguidores, el resto ya era la extremadamente predecible muerte anunciada de la TV Nacional supuestamente justificada por una pandemia. Por eso este año no hubo Los Años tenebrosos de la TV colombiana. Más tenebroso que el Covid-19, imposible. Yo me comprometo a recibir el 2021, así sea viendo el desgastado programa de Jorge Barón ( aunque el año pasado vi su contraparte gringa con Ryan Seacrest), pero ante todo, pido salud para todos mis fieles lectores y suscriptores.

Prometo para 2021 hacer mejores videoposts. Este año, con este mood, ni ganas daban de hacerlos. Igual, siguen teniendo más vistas que cualquier emisión de Aló Presidente, digo, Prevención y Acción.