domingo, 31 de mayo de 2020

Review cuádruple: Cazavideos, Embusters, Confinados y Profe en tu casa



La cuarentena por el coronavirus en Colombia sigue alargándose, y mientras muchos empiezan a sentir la fatiga de la misma, varios canales de TV han sacado a escena formatos que uno se pregunta a veces si saldrían a la luz en un contexto diferente al de la pandemia.

Caracol programa en las tardes de los sábados a Caza Videos, un formato que reúne a Catalina Gómez como moderadora, a Don Jediondo, Suso el paspi y Lokillo como "concursantes" y a algún jurado invitado, fundamentalmente personalidades vinculadas en tiempo reciente al canal. Los participantes representan a ONG´s, y por cada ronda donde ganan, se le da un aporte a las fundaciones que representan y a quien envía el video que compite en determinada ronda.   Hasta ahí, la idea funciona en el papel. Pero la práctica es otro cantar.

La idea de los vídeos graciosos es tan vieja como el sol, en esto Caracol no ha inventado la rueda. Pero la ejecución es lamentable: Colorinche viene, colorinche va, y por eso es todo un atentado a las retinas esta suerte de videollamada por Zoom a cinco participantes pero con una fuerte dosis de barbitúricos. Misma que se necesita para soportar esos videos ultra predecibles o a los chistes malos y de doble sentido entre la presentadora y los tres “humoristas” ¿Qué clase de camionero ordinario hace los libretos de esta porquería? #LoQueSeHaceParaTragar

Por su parte, RCN lleva una serie sobre el confinamiento del coronavirus y nos muestra Confinados en las noches de los domingos. La llamo apropiadamente serie, porque se emite una vez por semana. Básicamente trata en tono de comedia las disparatadas aventuras entre El Negro (Variel Sánchez), quien vive arrendado en un apartamento cuya dueña (Estefanía Godoy) regresa de viaje desde España, y se ven obligados a convivir juntos, ya que en medio de la pandemia no está permitido hacer lanzamientos. Desde luego, en Las Américas tampoco descubrieron el agua tibia, ya en España (uno de los países más afectados por el coronavirus) la propia TVE lanzó Diarios de la cuarentena, que ha sido objeto de críticas muy duras, sobre todo por catalogarla como que ignora la tragedia de quienes han perdido seres queridos por el coronavirus, o porque, literalmente, “la serie alimenta el narcisismo colectivo, extendiendo la idea de que los mártires de la pandemia no son los enfermos ni los muertos, sino los confinados”[1].

Misma crítica le cabe a su contraparte criolla, con un agravante: la sobreactuación es la regla general en esta serie. Además, abusa de figuras que ya venían apareciendo en otras producciones del canal de las tres letras que tuvieron que salir del aire por el Covid-19 como Sebastián Carvajal (Enfermeras), el mismo Sánchez o Juliana Galvis (que actuaban en Pa´quererte). Y valga preguntarnos si hacer comedia de situación con el coronavirus es lo que estábamos necesitando en medio de esta cuarentena. Aparte, la técnica de grabación por la pantalla de celular cansa antes de la mitad del capítulo, porque la trama no despierta risa alguna.

Pasemos a formatos más agradables. Uno de ellos es Embusters, un proyecto de Colciencias y el MinTIC que se emite en Señal Colombia los domingos en una capsula de diez minutos desde la 1:30 pm, compitiendo con la modorra de los noticieros de los canales privados. Este programa sigue la idea de Mythbusters, pero en poco tiempo pretende revelar verdades de la naturaleza de la mente humana y luchar contra la ignorancia y la desinformación a través de la ciencia, analizando mitos como el “efecto Mozart”, con opiniones del público y de expertos acreditados, en un formato impecable, para nada ladrilludo, y con una estupenda presentación gráfica.


Se me pasaron volando los diez minutos de este programa, que ojalá tenga más respaldo por parte del canal cultural, ya que me evoca las épocas de la televisión educativa y cultural de antes, misma labor que hace Canal Institucional, con el apoyo de canales regionales, Radio Nacional de Colombia y su canal hermano Señal Colombia con Profe en tu casa, el cual, en un espacio de lunes a viernes entre las 10 y las 11 am, aborda diversas áreas y competencias de televisión educativa a diferentes niveles de enseñanza ( primera infancia, educación primaria, secundaria y media), haciendo una buena labor de complemento de la educación a distancia que imparten las instituciones educativas como estrategia frente a la crisis del Covid-19. Los episodios también son subidos a la plataforma RTVC Play, lo cual permite que los docentes empleen este recurso en otros horarios y como suplemento a su ardua labor.

A título personal, prefiero propuestas que me enseñen y a la vez me entretengan y no que hagan mofa de la crisis del coronavirus. Que la TV entienda que el chiste barato y ramplón está mandado a recoger, y que, aun con poco presupuesto, se pueden hacer labores más dignas que echar chistes de doble sentido o dramatizados vacíos.

domingo, 17 de mayo de 2020

Review Chichipatos: Cuando ahorras demasiado en hacer un libreto decente.



Dado que el panorama televisivo reciente está yermo de estrenos, volvemos nuestra mirada a Netflix, entre cuyos estrenos del mes de mayo está Chichipatos, la nueva producción de Dago García y Caracol para la plataforma de streaming.

¿Se imaginan qué pasaría si subieran a Netflix todos los programas de Sábados felices, con su humor trasnochado, decadente y sin gracia? Pues justo el equivalente de eso lo son los siete episodios de esta producción. La trama gira alrededor del Mago Juanquini ( Antonio Sanint), un ilusionista de poca monta que está animando la fiesta infantil del hijo de un traqueto con una extraña fijación por los magos, y en la cual se fragua el enésimo operativo de captura más mal planificado que estrategia del Coyote del Correcaminos que han visto nuestras pantallas nacionales. Si buscaban algo con lo cual sentir pena ajena, desde el primer episodio de esta producción lo lograrán. Sobre todo con la escena donde todos están armados hasta los dientes contra un triste mago. Ni en clave de humor somos capaces de superar al trillado recurso de lo narco.

En donde más se nota lo chichipato es en la creación de ideas para este libreto ¿Exportar estropajos? ¿En serio no se les ocurrió nada mejor? Y a renglón seguido ¿Qué se estaban fumando los que hicieron el casting de este dramatizado? Lo anterior, en realidad, ni debería ser una pregunta de cualquier subproducto de Caracol para estas plataformas, a cual más malo que el anterior (recordemos Siempre Bruja 1 y 2) y donde la sobreactuación es la regla general. La familia conformada en la ficción por Sanint, María Cecilia Sánchez, Mariana Gómez y Julián Cerati es lo más parecido a la de Casados con hijos. Me refiero a la adaptación colombiana (nota para los nuevos en mis líneas: NO es un halago).

Y es que crear un personaje no es ponerle a un actor una ropa horrenda ¿Quién será el asesor de vestuario de Dago García, el peor enemigo de los actores o alguien con un complicado caso de daltonismo? ¿Cuándo entenderán en Caracol que un dramatizado NO debe sobremusicalizarse?

Otros papeles predecibles desde el vamos son todos los policías, en especial el personificado por Julio César Herrera. Las escenas de la cárcel tienen menos rigor que un pesebre con un trineo de Papá Noel ¿Extraditar a alguien a Estados Unidos sin pasar por un juicio siquiera? Y no hagamos muchas sangres con la estelar actuación de Yuriko Londoño (ganadora de la segunda temporada de Colombia´s Next Top Model), quien llega en el rol de una supuesta agente antinarcóticos de EEUU cuyo mayor mérito en toda la producción es salir en ropa interior, así el libreto en realidad no lo exija. Así, bien sexista todo. En realidad, cuesta mucho empatizar con los personajes, porque en realidad son tan mediocres, que el que mejor actúa es Matías: el gato.

Desde el tercer capítulo, ésta mal llamada comedia naufraga entre muchas escenas sin sentido, como aquella donde reúnen a varios magos para discutir sobre el presunto acto de magia donde el traqueto “desaparece”. Avanzan los capitulos, y Chichipatos produce menos risa que ver morir a la señora madre de uno por Covid-19. Pero bueno, pedirle a Dago García que haga una producción que haga reír es como contratar a un pintor de brocha gorda para que restaure La Gioconda. Se sabe que eso no va a terminar bien de ninguna manera. Llegamos al quinto episodio y solo podemos imaginar en lo que se hace para tragar. Sí, Lina Tejeiro, es contigo. El sexto es solo el festival del alarido, y el episodio final de la temporada nos demuestra que hacer humor en realidad es una labor muy seria para la cual Dago García no está cualificado.

En resumen: Chichipatos es el equivalente a tomar una mala película de Dago García (lo cual ya es un pleonasmo) y fragmentarla en siete infumables capítulos, dejando el final a la maldita sea. Sí, este es un spoiler: Dejan un final inconcluso, tal vez pensando en el despropósito de una segunda “temporada” de esta basura. Pero yo no se la recomendaría ni a mis peores enemigos.