La venganza de la muerte de la madre de las
Villamizar, protagonizada por Coraima Torres, es el leitmotiv de esta
novela, ya que ella desprecia las insinuaciones deshonrosas del coronel
Montenegro. Un recurso que ya vimos desarrollado en tiempo reciente como en La
Venganza de Analía. Pero si lo suyo no es ver un episodio debut tan
violento, donde vimos bastante sangre falsa correr, entonces esta novela no es
para usted.
Aunque la fotografía y vestuarios del periodo
de la Patria Boba, la reconquista española y la independencia puede ser muy
bella, esa escena inicial del militar español peleando con las tres hermanas
Villamizar, que me la empaquen. Sobre todo, porque de ella deriva el flashback
de rigor de casi todas las putas telebobelas de Caracol del horario de las 9:30
p.m. (antes el de las 9 a.m.)
La escena de la muerte de la madre fue super
floja y subactuada. Si la idea era desaparecer cualquier testigo del crimen (pues
mataron a la esclava y a unos criollos que acarreaban el carruaje), bien se pudieron
cargar a las tres hermanas en el carruaje, y pum, nos ahorrábamos otros 60 o
más capítulos dándole patadas al rigor histórico.
Y a pesar de que en el elenco está uno de mis crushes
televisivos como lo es Luis Mesa; siento que su papel está muy pobremente
desarrollado. Es claro que la intención de su personaje, Gerardo Villamizar, es
participar en la gesta emancipadora. Pero a falta de hijos, le toca criar a
tres hijas para la guerra y para enfrentar a las corruptelas políticas del
entonces, como ese juicio más amañado que unas elecciones en Bielorrusia. Y ni
hablemos de esa vecina chismosa que ofende a las tres hermanas: He visto una
actuación más convincente en la mechoneada de Elianis a Oscar.
A esta suerte de remix de Los Ángeles de
Charlie con una trama ad latere de Bolívar, tomándose
demasiadas licencias creativas e históricas le tocó vivir un debut tibio por
debajo de los 10 puntos, sin liderar. Supuestamente Arelys Henao se fue
por lo más alto, pero sigue siendo de esas novelas que se acabaron y nadie
hablará de ellas, porque son demasiado intrascendentes. Una producción de época
no es garantía de éxito. A La esclava blanca la hundió Anónima, a
la que no vieron venir. Pero actualmente RCN no tiene con qué. Y en el Uno no
hay ni el más mínimo esfuerzo.
Tal parece que la estrategia capitulo doble de Masterchef
Celebrity por RCN les funcionó, pero en el canal de las tres letras están
tan colgados de grabaciones que no tuvieron como sostenerla por mucho tiempo,
como sí pasó cuando ellos lanzaron La Nieta Elegida y en La Floresta les
zamparon jornadas dobles de La Voz, ante el flop de El Hijo
del Cacique. Pero se ve ya que donde las dan, las toman.
En otras notas de color, Rafael Zea en Las
Villamizar y también en la fracasada Te la dedico… otro duelo del yo-con-yo
de nuestra TV. En definitiva, entiendo la tibia acogida de Las Villamizar,
incluso entre las focas que todo se lo aplauden a los del canal del molusco. Yo
quedé sin ganas de gastarle corriente a esta producción con tantos baches
argumentales, que les tocó poner en plataforma de lanzamiento ante la pésima
acogida que ha tenido Pasión de Gavilanes 2, de la que hablamos
en el pasado videopost.