Cada año que me
siento a redactar este memorial de
agravios de la basura que hacen nuestros canales nacionales, esta sensación
de déjà vu se
acrecienta. Y este año fue peor, gracias a la política vintage de uno de los canales, pero de eso hablaremos más adelante.
Enero comenzó
con triple estreno en el horario de las 8 de la noche, y no podemos evitar
sentirnos más desolados de los resultados: Caracol enfiló sus armas con La Agencia, batalla de Modelos, donde
Andrea Serna jugó a ser ella misma en PDNT pero en las toldas caracoleras. RCN
vivió su enésimo fracaso con el Reto 4
Elementos, al que de nada le sirvió comenzar media hora más temprano que su
rival, si la competencia era tan mala como el ya lejano La isla de los famosos del
2007 y la narración tan atosigante y fastidiosa como en Exatlón Colombia. Lo del Canal Uno de
llevarse Sin tetas no hay paraíso y
emitir ellos su tercera parte (sigo sistemáticamente negándome a llamar
“temporada” a ese esperpento) fue de juzgado de guardia: ¿De qué les sirve a
los del Uno sacar pecho por mejorar sus cifras históricas de rating tras el reboot del 2017 con semejante porquería
de producción teleinmunda?
Caracol siguió
sus recambios con El Bronx,
producción que sacó del congelador, básicamente porque RCN no atinaba una en el
horario de las 10 de la noche. Rápidamente entró y salió del aire la horrenda
versión mexicana de Rosario Tijeras
que ellos se atrevieron a emitir. Hasta que ocurrió el fallecimiento de Fernando
Gaitán, y de repente, en un canal que llegó a emitir ( y saben que no les
miento) más de 3 horas seguidas de El
chavo del 8 en pleno prime time, se les ocurrió retransmitir Yo soy Betty
la fea, primero en el horario de las 10 y luego a batirse en duelo a las 9 con
la enésima bazofia sobrevalorada de Caracol a las 9 pm: La gloria de Lucho. Aunque las cifras no eran malas para los de Las
Américas con una telenovela que ya habían emitido cuatro veces, aun faltaba
mucha tela por cortar…y sería con la de Rag Tela. Aun con el predecible
liderato que las cifras dieron por mucho tiempo al inmamable La Voz Kids, la intrincada trama de la
fea que conquistó a Colombia entre 1999 al 2001 estaba por rendir frutos.
De otro lado, la
larga agonía de La ley del corazón 2,
defenestrada en pos de Betty en el horario de las 10 dio paso a la basurezca La Guzmán, biobobela sobre la cantante
mexicana que no produjo ni bostezos. Mismos que tampoco produjo la rocambolesca
cuarta parte de El Man es Germán, que
fue presa fácil para el Desafío
SuperHumanos del 2019, con su mecánica absurda de ver la misma prueba entre
diez regiones divididas en grupos, y con eliminación en bloque de una región
entera.
Pero Caracol iba
a empezar a trastabillar y a cometer errores estúpidos de programación: María Magdalena, una producción que bien
se podía ver entera en Netflix, se puede considerar el primero de ellos. La
lenta biblionovela aburría hasta a
las piedras y fue mal recibida por el respetable. Luego vino Un bandido honrado, y aquí sí que no me
alcanzan los epítetos para despotricar de la jijuemil gritobobela de Caracol del horario de las 9 pm, donde la
sobractuación era la regla general. Ahí fue el acabose del casi perenne
liderato de Caracol, pues, quien lo creyera, aunque creo que los casi 48
millones de colombianos sabemos cómo termina Betty, terminaron dándole la
espalda a los de La Floresta para irse a ver los devaneos de la señorita Pinzón
Solano con su jefe.
Y como las
alarmas se encendieron en La Floresta, corrieron a pasar Las Muñecas de la Mafia 2 en el horario de las 10, relegando a María Magdalena, pero sin obtener ni la
mitad de lo logrado por la primera parte, diez años atrás. Parecía casi mentira
que en las mediciones de audiencia, se afianzaba una novela de hace 20 años
frente a toda la parrilla actual. Ello alentó a RCN a decidir repetir Lady, la
vendedora de rosas, que logró un positivo arrastre de Betty, haciendo que la
novela de narcos de La Floresta palideciera.
Pero Betty no
iba a ser eterna. Recordemos que hace 20 años empezó a ser emitida por media
hora y luego dio el salto a episodios de una hora. En esta última forma, su
reinado iba a llegar hasta el temible recambio de septiembre, que demostró que,
irónicamente, a RCN le “sirvió”, si se me permite esta crueldad gratuita, la
muerte de Gaitán, para seguir con la política de recalentar productos ya
emitidos, y decidió darle el paso a Los Reyes,
que poco pudieron hacer contra la etapa final del Desafío y el comienzo de Bolívar,
con un breve interregno de la desagradable La vuelta al mundo en 80 risas. Pero la bionovela del prócer venezolano
solo demostró ser un gregario de Yo me
llamo, básicamente porque RCN, teniendo en sus manos Masterchef Celebrity 2019, decidió, en una de sus más estúpidas
políticas de emisión, dejarlo los fines de semana, ¡enfrentado al decadente Sábados felices! Y eso que tener 22
“celebridades” (sí, así entre comillas, porque más de uno solo es conocido por
su casa) parecía asegurar buen contenido, pero terminó todo como un soufflé que se te desinfla nada más
salir del horno. Mismo desinfle que deben sentir en el canal de molusco cuando
ven las cifras de La Ley Secreta,
enfrentada posteriormente a Enfermeras,
quien, tras las inéditas vacaciones
que le dieron a Yo me llamo en
beneficio del cada vez más decadente y nada hilarante Festival Internacional del Humor, llegó tímidamente a liderar por
unos cuantos días. Pero la “contención de daños” les iba a llegar con el
refrito de La Vuelta al mundo en 80 risas…
lo que demuestra lo malos televidentes que somos, dándole rating a tanta basura
junta.
Y es que en
otros horarios, por Caracol, Diva Jessurum nos embutió Expediente Final, o sea, hacer la misma labor de lavandería de
imagen de famosos, pero ya fallecidos. Y RCN hizo su copia barata de El Rastro para los días festivos, y la
denominó En evidencia. Y lo
intentaron con su propio espacio de chismes pendejo en los fines de semana con La Movida, que no ha conseguido mover a
nadie, resucitando a Yo, José Gabriel
en las noches de los domingos, donde solo produce modorra, y resulta mejor
correr tupido velo sobre todas ellas.
Donde merecemos
líneas aparte es con esa desastrosa decisión administrativa del Canal Uno de
dejar ir de sus filas a Noticias Uno
(irónicamente se sigue llamando así, aunque desde diciembre lo emiten en
Cablenoticias), nuestros lejanos rescatados
del 2002; solo por conservar la apetitosa pauta oficial, que rechinaba con el
carácter crítico del periodismo de este noticiero. Aunque la presencia de Cretina,
digo, Cristina Hurtado, nunca haya sido santa de mi devoción ¿acaso piensan
los del Uno que van a ser una verdadera alternativa de programación con unas
horas de anime más vistos que el sol, con Guerreros
y Caso cerrado? ¡POR ESO NUNCA VAN A
LLEGAR NI A 7 MÍSEROS PUNTOS DE RATING!
Hora de hablar
del rescatado del 2019. Y no puede ser otro que Los Puros criollos, quinta
temporada. Y en este año por un factor más en particular: su lucha
contra la censura al interior de la misma RTVC. Sí, no podía pasar
desapercibido por mi ese intento del funesto Juan Pablo Bieri por censurar el
programa de Santiago Rivas, por sus cuestionamientos (muy sensatos todos) a la actual
Ley de medios que pasó cual aplanadora, eliminando a la ANTV por un nuevo ente
regulador superpoderoso como lo es la actual Comisión de Regulación de
Comunicaciones. A pesar de los esfuerzos de Bieri por “matar” al programa estandarte de Señal Colombia, su quinta
temporada se une, por derecho propio, al listado de rescatados, junto a sus cuatro temporadas anteriores, rescatadas de
2009, 2012, 2014 y 2016 ex aequo, y a
La luciérnaga (1992), Señora Isabel
(1993), Brújula mágica (1994), Quac (1995), Hombres (1996), El siguiente
programa (1997), Música líquida (1998), Cine arte (1999), Quien quiere ser
millonario (2000), La banda francotiradores (2001), Noticias Uno (2002),
Pecados Capitales (2003), Así se vio en Televisión (2004), Juegos Prohibidos
(2005), Hasta que la plata nos separe (2006), Pura Sangre (2007), El último
matrimonio feliz (2008), NP& (2010), La bruja (2011), Allá te espero
(2013), Puerto Papel (2015 y 2016), El Programa (2016), Pongámonos al día
(2017) y finalmente Emergencias mecánicas (2018).
¿Por qué no
quiero hacer Los años tenebrosos 2020? Es la pregunta que muchos me han hecho. De hecho quise dejarlo en 2012, pero continué haciendo esta labor
por siete años más. Sin embargo, el desgaste de este formato de críticas que
parece que nunca llegan a buen puerto me pesa demasiado, mis queridos lectores.
Ya no doy más siguiendo estrenos cada vez más malos como los que se avecinan en
el predecible 2020: Caracol sacará segundas partes de muchas producciones,
incluida La Nocturna, que ellos
mismos se encargaron de hacer inelegible para el rescate en 2017, o de la
basura de La reina del flow. Terminarán
a la maldita sea Yo me llamo y tendrá
no uno sino dos remiendahuecos de
programación: La vuelta al mundo en 80
risas y el desabrido Festival
internacional del Humor. Fijo nos caerá alguna otra bionovela absurda que
liderará a las 9 pm sin merecerlo, otra temporada más del Desafío, que no innova nada, el revamp
de A otro nivel con más flores de un
día de la música. Por RCN, también terminarán como mejor puedan con Masterchef Celebrity y a Enfermeras, y ya anunciaron que debutan Pa´quererte, Verdad Oculta y Lala´s Spa (y sus trailers me producen agrieras) y refritarán Factor X ¿De veras vale la pena seguir?
En resumen, 2019
nos demostró que Caracol no es infalible, que Canal RCN solo pudo tener como
última baza a Betty la Fea para medio
salvar su año y que en Canal Uno fueron tan estúpidos de dejar ir al
multipremiado Noticias Uno. Con poco
a la vista en Señal Colombia (salvo el revamp de En cine nos vemos con Diana Rico) o Canal Institucional, repito la
pregunta: ¿De verdad vale la pena seguir? Con este lúgubre escenario los
dejo por este 2019, que yo despediré desde La
Gran Manzana. A todos los que han estado ahí desde el principio, gracias
por estar ahí. Porque a ustedes les debo haber hecho todos y cada uno de los
más de 25 posts de esta saga que ya debe tocar a su fin.
Mi queridisimo y respetadisimo Pink: no, no y no. No puedes irte, no puedes dejar de criticar la tv nacional. No señor. No puedes dejarnos asi como asi. Se que es tedioso y mamón hacer anualmente esta critica, pero no puedes irte. Es genial lo que año tras año haces. No nos cansamos de leerte. Y si tu ya no lo vas a hacer... ¿Quién podrá defendernos?. Me debes mi premio, yo sabía que Los Puros Criollos (para desgracia de don Juan Pablo Bieri) sería el rescatado del 2019. Nos debes la Lista H 2019. Besotes y abrazotes para ti en este naciente 2020.
ResponderEliminar