lunes, 9 de enero de 2017

Los años tenebrosos de la televisión colombiana: 2016 ( versión aumentada)




Cada vez que me siento a redactar este memorial de agravios a los atentados televisivos que soportamos los televidentes colombianos, me pongo a pensar: ¿Vale la pena seguir con estas críticas? Uno de los suscriptores de mi canal de videos dijo que recientemente le sirvieron mis críticas para resolver parte de sus pruebas Saber Pro. Entonces es ahí donde decido tomar aire y comenzar con la quema de tantos productos de pésima calidad que soportamos en estos casi interminables 366 días.





Comenzó el año con duelo simultaneo en el prime time entre Asia Express por Caracol y Bailando con las estrellas por RCN. Mientras la insoportable carrera de supervivencia y retos culos en el continente asiático siempre estuvo con discretas cifras de rating, los de Las Américas lidiaban con un elenco de estrellitas estrelladas y circos varios como La Tigresa del oriente, que poco duró en competencia. La verdad, RCN llegó ya muy tarde a reencauchar las competencias de baile, que ya internacionalmente están mandadas a recoger. Tras varios días, perdió el pulso con Asia Express (que tampoco era un dechado de virtudes), sino porque se volvió predecible y monótono: era básicamente ver los mismos bailes repartidos entre las parejas que seguían en competencia, y con muchos descaches en materia de temas elegidos y ritmos.

Luego vendría el duelo por la apetecida franja de las 9 p.m. Mientras Caracol estrenaba la sobrevalorada La esclava blanca, que aquí supuestamente fue un éxito, pero en el extranjero fracasó rotundamente; RCN cometía un error de programación de los suyos: Rodar de horario a Anónima, que venía subiendo discretamente desde finales del 2015, y mandarla a las 10 p.m. para estrenar una fría y desangelada Contra el tiempo, que todo el tiempo estuvo contra las cuerdas. En el horario de las 10, Caracol cometió su primer patinazo con Sinú, río de pasiones, telebobela con hedor a factura barata de Colombiana de Televisión que daba miedo. El artificioso melodrama de tres pesos fue vapuleado por la crítica y el rating solo ayudó para acortar su existencia, en uno de los finales más macheteados posibles. Fue en ese tiempo que, sorprendentemente, Anónima logró darle un pulso a la Esclava, y lideró por algunos días; pero justo cuando su trama comenzaba su recta final.  Poco les duraría la alegría.

Y es que cuando RCN decidió lanzar el refrito en formato telenovela de su otrora exitosa serie Azúcar, creyó que el ensayo de rodar de horarios a Contra el Tiempo le daría la misma suerte que pasó con Anónima: No fue así, y la franja prime time de RCN quedó, desde entonces, condenada a estar a la zaga de Caracol, lanzara lo que lanzara, así fuera ese bodrio de mal gusto como lo es Qué camello, que surgió tras el final de Asia Express y como entremés antes del siguiente lanzamiento de telerrealidad. Precisamente, ese lanzamiento fue simultaneo para Caracol y RCN, y consistió en A otro nivel por Caracol, que contaba con un jurado compuesto por Kike Santander ( que venía de no sonar ni tronar desde hace años), Fonseca y Silvestre Dangond, más la conducción de la ex Miss Universo Paulina Vega y la inefable Linda Palma en el backstage. Por su parte, la segunda temporada de Masterchef en RCN, que recuperaba la presencia de Paco Roncero en el jurado, esta vez nos sirvió una sopa boba, débil de rating y que no gustó del todo a la crítica. Perder con la copia fusilada de The Voice + Toneladas de telepornomiseria por cada participante, es para hacérselo ver.

Sin pena ni gloria se descongeló Historias de una Madame, que no despertó ni bostezos de los celadores y fufas, target de ese horario que le asignaron. Y es que la telenovela protagonizada por una insulsa Alicia Machado hizo poca justicia a Madame Rochi, todo sea dicho. Tras el prematuro final de Sinú, Caracol volvía a sus gritonovelas ramplonas y de tres pesos con El Tesoro, que más bien parecía un libreto de película mediocre descartado por Dago García –que ya es rizar el rizo-. Siempre que usted escuche intro de telenovela de Caracol con música guapachosa, hágase cruces: va a ser una guisada.

 El nuevo duelo simultáneo (de los muchos que hubo este año) fue en el horario de las 9 de la noche: Caracol estrenaba La Niña, sobrevalorada producción que parecía un  absurdo remix de El estilista, María la del barrio con E.R., RCN seguía insistiendo con las narconovelas con Bloque de Búsqueda, con las actuaciones hasta en la sopa de Rafael Novoa, Verónica Orozco y Sebastián Martínez (los mismos con las mismas), pero, eso s{i, rodando a Azúcar al horario de las 10 p.m. La que a hierro mata, a hierro muere. Por eso, sin despeinarse, el culebrón de La Floresta siguió liderando la franja.

Y mientras Caracol festejaba los 44 años ininterrumpidos de Sábados felices, RCN gastaba más y más cartuchos para tratar de hacerle frente en los fines de semana: lanzaron Guerrero ninja americano, y pasó sin pena ni gloria. Lanzó Me caigo de la Risa, y lo que cayeron fueron sus cifras de rating. Sueño futbol pasó a la historia como su reality de más discretos resultados. La franja “Super finde” pronto naufragó. Y ni hablemos de Hipnosis, que nunca cautivó al público.

En materia de transmisiones deportivas, el triunfo en los premios India Catalina 2016 de Señal deportes le dio el campanazo a Caracol para acaparar las transmisiones ciclísticas del Tour de Francia y de la Vuelta a España. A golpe de chequera se hizo con los derechos de emisión de dichos torneos y nos dio unas emisiones vergonzantes, ridículas y supremamente maltratadas. Tan fue así que el público prefirió las emisiones de las etapas finales de La Vuelta por Señal Colombia. 

RCN pensó que cambiando el nombre de Futbolmanía por Colombia grita gol iba a mejorar sus cifras, y no, la verdad, el público se resiste a la hortera forma de narrar futbol de Eduardo Luis, Juan Felipe Cadavid y Antonio Casale. Ahí si no vale ni siquiera hacer el fichaje de Hernán Peláez, este Titanic que es RCN emitiendo deportes no lo salva del naufragio nadie. Las cifras ridículas que marcaban desde Las Américas  respecto de los de La Floresta con exactamente el mismo partido emitido lo demostraron. RCN no supo sacar partido de la renegociación de los derechos de emisión de la Copa América Centenario, sublicenció a favor de sus rivales del Gol Caracol, en una jugada más que inaudita, y ese autogol lo pagó caro, incluso, llevándolo a dejar de emitir un partido ya anunciado, pero que no comprometía resultado alguno como Uruguay-Jamaica.

El nuevo lanzamiento simultáneo marcó ya un punto de inflexión para RCN: Dejarían de emitir realities en el horario de las 8 p.m. de lunes a viernes. Por eso compraron los derechos para emitir la miniserie Hasta que te conocí, la biografía de Juan Gabriel, el cantante mexicano que fallecería este mismo año; mientras Caracol se alistaba para darnos dosis de tetas, culos, tatuajes, bóxers ceñidos y tangas narizonas con Desafío Súper Humanos. Aunque por algunos días, el dramatizado extranjero con el protagónico de Julián Román como única cuota nacional alcanzó a arañarle puntos, su corta duración no permitió que se consolidase. Grandes Chicos, siguiente lanzamiento del lado de los del canal de las tres letras, no hizo ni cosquillas a la predecible competencia de los del molusco.

Pésimo destino corrieron , de lunes a viernes, los siguientes lanzamientos consecutivos de RCN: En la Boca del lobo, otra narconovela, esta vez sobre un delator del Cartel de Cali y la descongelada Hilos de sangre azul dejaron más bien sin llanto y sin sonrisa a sus cada vez menos televidentes. Sin tetas sí hay paraíso fue el siguiente lanzamiento desde Caracol, y poco a poco fue ganando su inmerecido puesto de rating, aun siendo la postiza iteración del universo traquetoide y prepagofílico de Gustavo Bolívar, con las sobre y subactuaciones de Carecólico Menstrual, digo, Carolina Gaitán haciendo de colegiala virginal –risas-, Catherine “solo sirvo para ser villana” Siachoque y Majida “tengo a todo el mundo engañado de que soy buena actriz” Issa.

RCN centró sus esperanzas en los “Buenos vientos” de agosto, pero todo no pasó de ser una mera flatulencia: Todo es prestao, innecesaria bionovela sobre Gali Galiano, y Sala de Urgencias 2   fueron las siguientes víctimas de la seguidilla de fracasos del canal de las tres letras, marcando así la salida por la puerta de atrás de la vicepresidente de Programación de RCN. Yo la habría echado mucho tiempo antes. Pensar que la inmerecida suerte de Las Hermanitas Calle en el canal rival se iría a replicar con esa producción de tres centavos protagonizada por semejante mal actor como es Brian Moreno era un monumento al despropósito, como esa horrenda peluca de su personaje. Con SDU2 vimos la habitual mala suerte que tienen las segundas “temporadas” de los refritos de series gringas de médicos en nuestro país. RCN no aprende de sus mismos errores. Y eso que cancelaron el moribundo Estilo RCN, producto ya sin pies ni cabeza que venía mal desde hacía varios meses.

Caracol dio paso a la, tal vez, peor adaptación de una telenovela de Mario Vargas Llosa, al margen de lo que digan las cifras de rating: Cuando vivas conmigo, absurda e ininteligible trama con las actuaciones soporíferas de Diego Trujillo, Christian Tappan, Sandra Reyes y Catherine Escobar. La típica telenovela que usted puede empezar a ver, no entender ni papa, dejar de verla un mes, y volver a verla en las mismas. Eso ni las telenovelas de Jorge Barón…

Se acercaba el final del año, y con él, los cartuchos por gastarse: Caracol hizo lo propio y , en otro lanzamiento simultáneo, dio paso a La Voz Teens, temporada de menos rating de todas aquellas ediciones del ya desgastado concurso de cantantes. Esta vez, en lugar de Fanny Lu y Maluma en el jurado, tomaron la alternativa Goyo de Choquibtown y Gusi, siendo la primera la coach ganadora de un programa que ya cumplió su ciclo: Los concursos de cantantes de Caracol – y los de RCN no se quedan atrás-, por limitaciones de derechos de autor, se han vuelto una aburrida secuencia de las mismas canciones pa´planchar revueltas con uno que otro tema del “género urbano”. Por RCN dieron paso al refrito de la telenovela chilena Las Vega´s, sin entender que la dosis de hombres ligeros de ropa ya nos la había dado Desafío Super Humanos meses atrás.

En los fines de semana, mientras The Suso´s Show cambiaba de toldas y recalaba en Caracol, con su habitual ramplonería, Misión Impacto 2, de la mano de la señora que delira en tener en sus manos el sobre, pasó con mucha pena y nada de gloria. Pero no todo fue alegría para los de La Floresta: Día a día En Familia repetía el mismo error cometido en 2015 con Taggeados, y era blanco fácil de las críticas, que despedazaron el magazín de sofá de Ivan Lalinde, Karen Bray, Ana Belisa Mercado y otros, haciendo que pronto saliese del aire. Que la gente pida ver de nuevo una serie de 1987 como Los Cuentos de los Hermanos Grimm que ese magazín de cuatro horas y media de gente echando cháchara fue muy diciente. Igualmente Amarillo, azul y rojo pasa las tardes de RCN sin llanto y sin sonrisa, mismas que tampoco despierta la criticadísma Voz Populi TeVe.

Finalmente, el último lanzamiento del prime time de este año fue también de RCN con La Ley del corazón, cuya idea original era de la desaparecida Mónica Agudelo, pero a la cual le faltó muchísimo rigor en sus libretos para hacerlos verosímil, o al menos, acertados en cuanto al léxico jurídico. Una de esas novelas con mucho cacique y poco indio. O más bien, mucho traje de diseñador y poco rating.

Quiero dedicar líneas aparte a un fenómeno curioso que se suscitó en el horario vespertino: Caracol optó por reducir la oferta de dramatizados nacionales y sus otrora “Tardes ganadoras”, hoy se pueden llamar “Las tardes turcas”, con cuanta telenovela otomana doblada al castellano se aparezca. Puso en hiato a mí nunca bien ponderada Mujeres al límite, y luego se vio en aprietos con Tu voz Estéreo, justo cuando RCN sacó otra vez al ruedo a Yo soy Betty La fea en esta franja, llegando a marcar incluso más que su mismo prime time. RCN fue justo perdedor este año: lanzó y lanzó productos a la loca, y cerró otros que nunca despegaron como Profesión Hogar o En Exclusiva, y se anuncia que dará finiquito a Muy buenos días. Lo anterior no quiere decir que Caracol sea justo ganador. Simplemente, se equivocó tal vez menos entre la exigua audiencia de los canales privados nacionales, que hoy no llegan ni por error a los 15 puntos de rating. Y eso que rating no es sinónimo de calidad.

2016 fue un año olímpico, de muchas glorias olímpicas para este país, y en las Olimpiadas se dan medallas de oro, plata y bronce. Este año, tendremos estas menciones, es decir, a falta de uno, tendremos tres rescatados, tendencia que puede repetirse o no en los años venideros. Claro, ninguno proviene de los canales privados, sino, por  tercer año consecutivo, de Señal Colombia. El bronce se lo lleva El programa, magazín cultural transitorio presentado por Luis Mesa (que, como los buenos vinos, mejora con el tiempo). La plata va para la segunda temporada de nuestros rescatados del 2015, Puerto papel. La serie de animación colombo-chileno-argentino-brasilera galardonada internacionalmente, y la medalla de oro se la lleva, por cuarta vez, Los Puros Criollos, ganador de este reconocimiento como rescatados en 2009, 2012, 2014 y revalidado en su cuarta temporada en este 2016. Así las cosas, nuestra lista de rescatados queda de la siguiente manera: La luciérnaga (1992), Señora Isabel (1993), Brújula Mágica (1994), Quac (1995), Hombres (1996), El Siguiente programa (1997), Música Líquida (1998), Cine arte(1999), Quien quiere ser millonario (2000),  La banda Francotiradores (2001),  Noticias Uno (2002), Pecados capitales (2003), Así se vio en televisión (2004), Juegos prohibidos (2005), Hasta que la plata nos separe (2006), Pura Sangre (2007), El último matrimonio feliz (2008), NP& (2010), La Bruja (2011), Allá te espero (2013). Los puros criollos (2009, 2012, 2014 y 2016), Puerto Papel (2015 y 2016) y El Programa (2016).

No tengo las mejores perspectivas sobre lo que se nos avecina televisivamente para un año como 2017. No puedo garantizar hacer la diatriba televisiva del próximo año. Pero otra TV es posible. Dios mío, en tus manos colocamos la basura que ya pasó y los bodrios que llegan.

4 comentarios:

  1. Le falto sobre el Canal Uno, la licitación que ganó Plural (NTC, CM&,RTI y Hemisphere) y los fallidos intentos de Caracol y RCN con sus complices escondidos: Jorge Barón y Programar TV, para trabar la licitación

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  2. Ustedes sabían que hace tres años, hablaban sobre el regreso del Noticiero de las 7 que no se pudo realizar? que este noticiero que iba a encabezar Evert Bustamante era sólo para ser de corte uribista y Mery Janeth Gutierrez es la amiga de Bustamante y me imagino que el uribista sería accionista "en secreto" de Programar.

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  3. "Pero otra TV es posible"

    La pregunta es cuándo. Pero eso sí, no creo que sea antes de 2020.

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  4. RCN debería abandonar la idea de hacer nuevas "producciones" y pasar en su horario estelar antiguas producciones como "Hasta que la plata nos separe", "Juegos Prohibidos", etc. para ver si de pronto logra subir un poco su rating en esa franja.

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