sábado, 7 de julio de 2018

Reflexiones Hertzianas, séptima (y última) parte


Hemos llegado al final de nuestro trayecto. Hemos ido desde los comienzos de la Radio en nuestro país hasta su presente y hoy, hablaremos de parte de su futuro. No todo es halagador, pero no todo está perdido.

Capitulo 13- La payola, eso de lo que nadie quiere hablar.
Varias emisoras han estado involucradas en escándalos, donde afirman que practican la payola, término utilizado para definir el pago que recibe una emisora por poner en su programación una banda en especial1.

Dicho término tiene tres orígenes: para algunos, proviene de las palabras pay (pagar) y vitrola (tocadiscos). O para otros, de la expresión pay off law (pago fuera de ley), e incluso otros afirman que proviene de pay to play (pagar para sonar). Considerada como un engaño al público, se habla de ella en términos de soborno a programadores. Desde 1880  fue un fenómeno en Estados Unidos y consiste básicamente en pagar para sonar en la radio, y ahora es un delito federal relacionado con la competencia desleal y la evasión de impuestos. Algo que perdura hasta nuestros días. Todos lo comentan… casi nadie lo delata, como en la canción de Lavoe. O, por lo menos, no hay quienes sean capaces de aceptar que han pagado para lograr la rotación de su música en la radio o que, por otra parte, han pedido y recibido dinero a cambio de hacer sonar determinados productos discográficos. Por un lado, que un artista pague -bien sea con dinero o con objetos de valor- por sonar en la radio puede parecer un acto tramposo. Por el otro, que un programador, DJ o locutor de radio exija un pago a un artista para sonar o incluir su canción en la programación, puede incluso sonar a extorsión. En ambos casos la cosa parece turbia, escabrosa y anti ética. Otros, por su parte, la defienden como un ingreso extra necesario debido a los malos sueldos en el medio. O incluso lo ven como una inversión por parte de los músicos.

En Colombia, algunos  piden la payola y si muchos géneros o artistas están ahí no por su calidad musical, sino por lo que pagan. Son esos mismos que no ven la música como un arte sino como un negocio. A Colombia llegó la payola entre los 70 y 80. Se daba esporádicamente -cuenta un alto ejecutivo de una casa disquera-. Era cosa de una sola emisora hasta que se convirtió en norma general, que se creció en los 90[1]. Sin embargo hubo intentos de denuncia que tuvieron que silenciarse ante el poder de la radio y la negativa de las disqueras a entregar sus pruebas. A mediados de los 90, varios exponentes de la música tropical colombiana se vieron desplazados por el merengue en las emisoras de Barranquilla. El Checo Acosta y el Sindicato de Músicos del Atlántico denunciaron que había payola. Entonces -cuenta el artista-, las radios de FM se vinieron lanza en ristre contra ellos. Decían que estaban equivocados. “Por eso decidí callarme la boca. Uno tiene que olvidarse de ese tema y hacer buenas producciones. Cuando uno hace su disco con profesionalismo no tiene por qué estar mirando quién paga o si no suena en la radio”, afirma este cantante.

De la payola se ha hablado bastante y, curiosamente, las personas que más han opinado al respecto terminan siendo las cabezas de las emisoras y no siempre los músicos. Algunos porque se han visto involucrados en una práctica que paulatinamente se ha ido normalizando al punto de tomar estos pagos, bien sea monetarios o en objetos, como una inversión para propulsar su carrera y otros porque desde su independencia siempre se han mantenido al margen. Hay quienes la niegan y quienes la defienden, hay quienes la critican y quienes aseguran que todo lo que se escucha es un mero rumor. Hay quienes, consientes de todo lo que significa denunciarla sin tener las pruebas necesarias, prefieren callar y otros que simplemente se mamaron de las trabas y la corrupción de la industria[2].

Un éxito de radio no se hace a punta de llamadas de los oyentes. Muchos de los temas que se pegan en las emisoras suenan por payola, es decir: porque alguien ha pagado en secreto por ello[3] . Sí, a veces eso es lo que explica cómo esa canción horrorosa de cualquier saltimbanqui incapaz de afinar una nota suena hasta en la sopa, mientras que la del artista consagrado se hunde en el fondo de los tops musicales o escasamente entra en rotación. Y es que canciones infumables  han llegado a los primeros lugares porque un programador decidió hacerlas sonar. Si un tema suena entre 6 y 10 veces diarias en una emisora, se pega como sea.

Los programadores de radio dicen basarse en unos criterios específicos y objetivos para escoger la música y los artistas que hacen parte de su parrilla de programación. Pero para entender qué producto es considerado bueno por  los que están al frente de la radio, primero hay que conocer cuál es la tarea de un productor musical y en qué medida su aporte puede acercar o alejar a un artista del éxito. Por su parte, el productor es una persona contratada para manejar y desarrollar un  proyecto artístico, hasta que este salga al mercado. Es quien canaliza las ideas que tiene el artista, con el fin de desarrollarlas de una manera que el público las entienda y las digiera. También es labor del productor representar al artista ante la disquera y al público ante el artista; crear el sonido con el que se proyectará; además de ser el responsable de la parte ejecutiva, del dinero que se estime necesario para producir un trabajo discográfico. Hoy, la grabación de un disco no es más que una tarjeta de presentación con la que se consiguen conciertos y fama. Si eres muy buen artista, pero no te escuchan por ningún lado, no eres nada.

Sin embargo, no son casos apartados de gente a la que disc jockeys inescrupulosos le piden tablets, viajes o millonadas por sonar unos cuantos meses en la radio y poder tener un público. Estos se disculpan diciendo que los reciben porque en la radio no les pagan lo suficiente. Sin embargo, es muy diferente el material promocional (singles, gorras, etc.) de la payola misma. Los artistas siempre tienen expectativas altas y muchos quieren llegar a sonar en emisoras grandes para generar un impacto más importante con su música y seguir creciendo. Sin embargo, después de las entrevistas, muchos esperan que sus canciones sigan en rotación y esto no siempre sucede: Entre chiste y chanza, a algunos les empiezan a pedir ciertas prebendas, remuneraciones, favores, en forma de dinero (el cual ellos denominan ayuda o beneficio) o en forma de objetos para que las emisoras puedan rotar las canciones de los artistas, y que supuestamente ayuda a cubrir los gastos de publicación, lo que le deben pagar al programador y algunos gastos extras. Claramente este beneficio monetario puede variar del alcance que quiere lograr para hacer parte oficial de cada parrilla musical. Generalmente las que pagan son las disqueras. Los payoleros que la reciben son los directores, los programadores de radio o los demás empleados de una emisora que puedan influir a la hora de poner en rotación una canción. Esto, generalmente a espaldas de la compañía radial de turno y con el silencio cómplice de la industria de la música, en donde nadie se atreve a denunciar por temor a ser vetado. Pero es una inversión incierta. Porque el número uno de los charts no garantiza la compra del público. La ganancia puede resultar por otro lado. Hay orquestas que no venden -dice un gerente de la industria-, pero consiguen contrataciones para bailes y fiestas gracias a que se mantienen en las listas.

Pero la payola se torna en un círculo vicioso: Si pagas, suenas, pero después de que pagues una vez, no puedes dejar de pagar. Ya entras en ese juego y cuando estás ahí, los programadores no te van a aceptar que llegues con un sencillo sin plata en el bolsillo. No necesariamente tienes que sonar. Como vemos, hay muchas modalidades: La de pagar por sonar, la de pagar por que te pongan en las planillas de las más sonadas y pagar para que tu competencia musical no suene.  Además existe otra modalidad de payola. Es posible que el artista se vea obligado a regalarle un concierto en algún bar o discoteca al payolero de turno. Este promueve el evento por su emisora, pega las canciones y después cobra las ganancias de la venta de boletas. Y todo esto es la punta de un mar de corrupción en el mundo artístico y cuyas víctimas son usualmente los artistas nuevos e independientes. Pero si hay otro gran afectado por ésta problemática, además de un sinnúmero de artistas independientes, es la reputación de la marca de aquellas emisoras radiales que acceden a recibir un pago y que promueven la práctica de este delito, que en países como los Estados Unidos se penaliza. La payola supone los cargos de soborno y competencia desleal, acciones ilegales que, en Colombia, no son tratadas como tales por los estatutos reglamentarios. El problema es que nuestro país es muy permisivo con la corrupción y eso permea todo, la música, el arte, la cultura, todo…

Hablar de payola en Colombia aparentemente es un tema tabú, de mucho bombo y poca consecuencia. Por lo menos y sobre todo en términos legales, nosotros no tenemos una legislación como en Estados Unidos que prohíbe directamente la payola, aunque a través de la protección del derecho de la competencia sí hay una normatividad con la cual uno podría defender que es una actuación que tiende a la competencia desleal. Esto según la ley 256 de 1996 de la Superintendencia de Industria y Comercio que busca "garantizar la libre y leal competencia económica, mediante la prohibición de actos y conductas de competencia desleal, en beneficio de todos los que participen en el mercado". Suena sencillo y hasta lógico, pensaría uno[4]

Juan Carlos Uribe socio de la firma de abogados Triana, Uribe & Michelsen, ofrece servicios en temas de propiedad intelectual y es experto en industria del entretenimiento. Él afirma que "en Colombia el tema no es legal ni ilegal, simplemente no hay nada". Hablamos entonces de un vacío en la ley. No hay entidad, ni autoridad que regule el tema y esa, posiblemente, sea la respuesta más cercana y apegada a la realidad de esta industria. Dado el caso, se tendría que contar con pruebas y demostrar que existe otro músico que pagó para sonar en la radio. O sea, el que pagó (la competencia) tendría que colaborar con el que no pagó, asumiendo que sobornó al DJ y todo yendo a los registros contables, demostrando que hubo una transacción de por medio -cosa de la que generalmente no queda evidencia- y logrando que cada quién asuma la responsabilidad de sus actos. Uribe también explica que en la competencia desleal debe consistir "en una conducta sistemática que impida el acceso al mercado". En pocas palabras, esto significa que tendría que demostrarse que no solo pasó en una emisora de radio sino que le cerraron la puerta por el mismo motivo en varias, y así dejar en evidencia que en efecto hubo un daño real que le impidió a un artista no sonar en la radio y de alguna manera no alcanzar nunca el éxito por ese motivo.  Lo que se desprende entonces de todo esto es un tema ético y moral, lo cual lleva la reflexión a otro plano.

Si se habla de denunciar, ¿ante quién se declararía y con base en qué reglamentación? “En Colombia no existe ninguna ley para regular la payola, y si existiera pasaría igual que con el tema del consumo de drogas; no se cumpliría”, dice Alejandro Villalobos, director nacional de La Mega[5]. Sin comentarios…

Aludiendo quizás a la Ley de Comunicaciones de Estados Unidos de 1934 donde, en los apartados 317 y 507, se señala que los medios de comunicación (radio y televisión) tienen la obligación de informar a sus audiencias si el contenido se emite con un pago de por medio. Cosa que evidentemente aquí no pasa, sumado a que "mientras no haya pruebas nadie se atreve a denunciarlo". Según Juan Carlos Garay, periodista y crítico musical, un respaldo económico fuerte es lo que determina el éxito de un artista. Una investigación desarrollada por Garay reveló que desde hace cinco años, el 99 % de los artistas que más suenan en radio en Colombia pertenecen a cuatro importantes sellos disqueros: Sony, Emi, Warner y Universal. “Es eso o que tu papá sea millonario”, dice el crítico de música, quien agrega que el hecho de que una gran disquera le firme a un artista, le garantiza todo; porque éstas tienen el vínculo directo con las emisoras radiales y el presupuesto necesario para efectuar los pagos “pertinentes” a los programadores. Espacios como los que ofrecen las radios culturales y universitarias, son un oasis para los buenos músicos, dice Garay. Las emisoras de este tipo –no comercial- les abren la puerta a nuevos músicos que intentan mostrar sus trabajos, sin muchas pretensiones; precisamente porque quienes manejan estos medios son –por lo general- universitarios y académicos que sólo cumplen con expresar sus gustos musicales, basados en un criterio honesto y verdadero.

Por separado, las disqueras admiten que han pactado convenios en los que decidieron no volver a pagar. No hay pacto de caballeros donde no hay caballeros -recuerda el ejecutivo de una de las primeras disqueras que, según las demás, rompió esos pactos-. La necesidad de sonar en la radio para poder vender discos hizo que los acuerdos se rompieran. Lo cierto es que hay ciudades donde está focalizada, que hay emisoras que no controlan las promociones, que hay cuatro grandes payoleros en Colombia y que las únicas que tienen pruebas son las disqueras. Pero no quieren denunciarlo por temor a que sus discos se queden por fuera y porque son las primeras culpables.

El gerente de una empresa de discos responde que no se denuncia porque las gerencias de emisoras se hacen las de la vista gorda. Los payoleros pueden ser pícaros, pero saben de programación, algunos son tipos que mantienen sus estaciones en los primeros lugares. A las directivas no les conviene sacarlos por un problema que, hasta el momento, es solo ético, si a cambio mantienen alto el rating. Cadenas radiales como RCN, Todelar y Caracol tienen sus propios controles. Las empresas aseguran que, de encontrarse una manzana podrida, esta se despedirá de inmediato. Aunque no está penalizada, la payola sí es una falta laboral en la que una persona se aprovecha de su empleo cobrando por difundir música a través de una emisora que no es suya, utilizando un espacio que no es suyo.
Álvaro González, director de Radiónica, afirmó que “la payola es un tema de ética que está directamente relacionado con los manuales de estilo de cada una de las empresas. Esta acción es perjudicial para el ejercicio radiofónico, la transparencia de lo que significa una curaduría musical y de lo que significa la construcción de nuevos talentos. Infortunadamente este es uno de los grandes problemas que atraviesa la radio. El responsable es tanto el que la exige como el que la ofrece, y también el que la recibe”.

Para mí, lo importante para los artistas, en realidad, es trabajar desde su propia autogestión y poder seguir adelante sin comer cuento de los promotores de la payola, y ser constantes para obtener  la oportunidad de sonar en la radio masivamente con una canción sin tener que pagar, sin prostituir  su proyecto. Aunque a veces les toca hacer frente a la contra-payola, o sea, que otro pague para que no suene la música de su competencia, nada se compara con la satisfacción de ver cómo una banda o un solista pueden pegar aún más duro haciendo las cosas desde la independencia. La radio puede ser un medio bien difícil de poder manejar en ese sentido, pero no es lo único que hace que un artista pueda vivir de su música. Las redes sociales han ayudado mucho a ello, pues para los creadores les brinda una plataforma más independiente para dar a conocer su trabajo, como lo son los canales de video. Aunque algunos esperaban que con la democratización de internet cambiara la dinámica de la payola, en realidad esta migró a las plataformas digitales, puesto que comprar reproducciones en redes como YouTube es algo cotidiano al momento de realizar lanzamientos de videoclips. 

Para concluir, con la payola estamos hablando de falta de ética. Una emisora está en todo su derecho de poner lo que quiera pero no cobrarle a los artistas por ello. Es muy difícil regular la payola, es decir, que se estandaricen los pagos para sonar en las emisoras como si se estuviera tratando de una pauta publicitaria y que no sea un tema que se resuelva por debajo de la mesa, pues, de todos modos, habrá otros artistas que no tengan los medios para pagar y seguirían relegados de sonar en la radio. La payola le hizo mucho daño a la música, poco a poco ha ido destruyendo el espíritu del arte.

Capitulo 14- La radio digital, lo que viene. Estudio de caso: HJCK
Para empezar, es pertinente hacer una diferenciación sobre los diferentes tipos de radio que se existen hasta hoy.  
1.     Radio Tradicional: es la conocida AM/FM.
2.     Radio Digital: es la evolución de la Tradicional.
3.     Radio Satelital: funciona tal cual como la televisión satelital –entiéndase como Direct Tv o Sky–, es decir, con una antena receptora.
4.     Radio de Onda Corta: fue muy utilizada como estrategia de guerra en el siglo XX y ha sido replegada por ésta última…
5.     La Radio Online o Virtual: funciona a partir de una conexión de Internet y es de cubrimiento global[6].

La diferencia principal entre la radio tradicional (AM/FM), y una radio virtual, es el enorme significado que la palabra “Virtual” adquiere. Dicha palabra generalmente, es utilizada para referirse a algo que tiene aparente existencia, pero no lo es.
Según Nathaly Hincapié, de la Universidad de Antioquia - Sede Medellín, en la actualidad, la palabra virtual se ha asociado con el mayor fenómeno de tecnología creado en los últimos tiempos, la Internet, “logrando así poner en entredicho la palabra real, puesto que mediante grandes avances tecnológicos, se ha logrado que lo no real cada día se vuelva más real, lo que indica que virtual es una red que conecta todos los países, sin tener que desplazarse de una casa u oficina para conocer, ofrecer o encontrar lo que se necesita”.
Es así como la perilla “sintonizadora”, de los vetustos aparatos receptores, le dio paso al mouse y al computador a la hora de escuchar música, programas y voces preferidas.  

La radio digital satelital  es solo una de las caras que tendrá la radio en el futuro. Así como ya ocurrió con la fotografía, la música y las películas de video, la radio también está dando el salto definitivo de los viejos sistemas análogos a los modernos medios digitales[7]. Por más de 100 años, la radio convencional (la de las señales AM y FM que hoy conocemos) se ha convertido en uno de los medios de comunicación y transmisión preferidos en todo el mundo. Los cálculos señalan que más del 65 por ciento de la población mundial (algo más de 3.000 millones de personas) escuchan radio en algún momento de su vida; solo en Estados Unidos se estima que hay más de 230 millones de oyentes, y emisoras como la BBC de Londres han alcanzado niveles de audiencia superiores a 150 millones de personas en una sola semana. En Colombia, el Ministerio de Comunicaciones calcula que hay 24 millones de radios (dos millones de ellos en vehículos).

Pero el sistema radial tradicional tiene los días contados: poco a poco va a evolucionar hacia la radio digital, que tiene varias ventajas, como una señal de mayor calidad. No solo se escucha mejor que el sistema tradicional (AM se escucha como si fuera FM y este como si fuera un disco compacto), sino que amplía la cobertura de la señal, por lo que el usuario puede seguir escuchando su emisora favorita en medio de las montañas, cuando entra a un ascensor o en un sótano.

Estas y las otras ventajas que tiene la radio digital frente a la convencional  han hecho que este sistema ya tenga más de 20 millones de usuarios en todo el mundo, por lo que es calificado como uno de los avances tecnológicos de mayor impacto en el último tiempo (supera incluso lo hecho por sistemas como la TV por suscripción y la telefonía móvil en sus primeros años).

Noruega se convirtió en el primer país del mundo en abandonar progresivamente la radio en frecuencia modulada (FM) y reemplazarlo por el sistema de transmisión digital de audio (DAB por sus siglas en inglés).

Colombia no ha adoptado o afirmado cuál será su sistema o estándar de Radio Digital Terrestre – RDT-. Al hacer una búsqueda detallada en Internet aparece lo siguiente: En Colombia se adapta la señal DAB para los receptores de TDT, algunas de las emisoras que prueban este tipo de tecnología en Bogotá DC y algunas ciudades principales son Radiónica (Pública), Señal Radio Colombia (Pública), Blu Radio (Privada), La FM y RCN Radio (Privadas)[8]. Otra cosa es que a través de la Televisión Digital Terrestre se esté utilizando un canal para enviar la señal de radio FM.

Mientras Noruega será el primer país es finalizar la transición de la radio en FM a la Radio Digital Terrestre iniciado en 1995 con el sistema DAB, en Colombia solo se habla del estándar DVB-T2 (Digital Video Broadcasting – Terrestrial) que se escogió en 2008 para realizar la transmisión de televisión digital que en 2019 tendrá una cobertura del ciento por ciento de la población que actualmente tiene cobertura de televisión analógica.

Estos son los sistemas de Radio Digital Terrestre:
·         DAB – Digital Audio Broadcast (Radiodifusión de audio digital) www.WorldDAB.org: Es el pionero de los estándares para la transmisión digital. Desarrollado en la década de los 80 en la Unión Europea, se le bautizó como EUREKA-147. En 1995, fue aprobado como el estándar para Europa. Prácticamente, todas las grandes empresas radiofónicas del viejo continente tienen transmisiones simultáneas en analógico y digital. Canadá también adoptó el DAB. La característica principal de este sistema, que pasa a ser también su mayor inconveniente, es que se utilizan frecuencias distintas a las actuales. Frente a esta desventaja, el DAB supera a todos sus competidores en cuanto a calidad, ofreciendo mayor nitidez en la señal y más inmunidad a las  interferencias. La última versión de este sistema es DAB+, que incorpora la codificación del audio en MPEG-4 (AAC) en vez de MP3, como en su primera versión. Esto supone mayor compresión de la señal con mejor calidad. Otra aplicación de la tecnología DAB es la DMB (Digital Multimedia Broadcasting), sistema para transmitir video, audio y datos a teléfonos celulares.
·         HD Radio http://www.ibiquity.com/hdradio/: Usa la tecnología IBOC, In Band On Channel (en-banda, en-canal). Fue desarrollada en los Estados Unidos por el consorcio iBiquity y seleccionada por la FCC (Federal Communications Commission) como el estándar americano para radio digital. A pesar de tener calidad inferior al DAB, muchos apuestan por este estándar frente al europeo, ya que HD Radio transmite en la misma banda de frecuencias analógicas. La radio que se sintonice en el 92.9 Mhz del dial, seguirá en el mismo lugar después del apagón analógico. Además, durante la transición, las emisoras pueden funcionar en modo híbrido o simultáneo, difundiendo señales análogas y digitales dentro del mismo canal de la AM o de FM.
·         DRM   (Digital Radio Mondiale) http://www.drm.org/: El sistema DRM permite que las radiodifusoras de AM, onda corta y onda larga se escuchen sin interferencias ni la molesta estática y sin que la señal vaya y venga constantemente. Con DRM el sonido será similar a la actual calidad de la FM. Al igual que en el sistema HD/IBOC, la DRM mantendrá las frecuencias actuales. Algunas emisoras que ya han incorporado la tecnología DRM son laDeutsche Welle (Alemania), BBC (Reino Unido), Radio Vaticano y Radio China Internacional
Pero así como hay consenso en que la radio digital es el futuro y tarde o temprano se impondrá en los diferentes mercados, en lo que aún no hay claridad es en el formato digital que se impondrá en el largo plazo. DAB, DRM, HD (alta definición) o incluso la radio satelital son algunos de los formatos que se disputan la supremacía en la radio digital.
Lo primero que hay que aclarar es que la radio digital puede ser terrestre o satelital. La principal característica de la radio digital terrestre es que utiliza las mismas frecuencias del espectro electromagnético (las mismas vías) que tradicionalmente ha usado la radio en AM y FM, pero en vez de señales analógicas transmite unos y ceros; es decir, el mismo tipo de datos digitales manejados por un computador.

Como vemos, existen varios formatos de radio digital terrestre (como DAB, DRM o HD), pero cumplen casi las mismas funciones y solo se diferencian en los alcances que tienen y los países de los que son originarios. Aparte de que la calidad es superior y de que su señal no se pierde así se esté en sótanos o ascensores, otra ventaja de la radio digital terrestre es que elimina las distorsiones de sonido provocadas por la cercanía con otros aparatos (por ejemplo, puede timbrar un celular al lado y no se genera ninguna interferencia).  Además, puede enviar información adicional (datos) a los usuarios utilizando canales complementarios al de la señal principal. De esta manera, los oyentes pueden escuchar un tema musical y al mismo tiempo ver en las pantallas de sus radios digitales información como el nombre de la canción, el artista que la interpreta, el álbum al que pertenece, la letra o incluso su ubicación en los listados de las emisoras.
Otro sistema digital es la radio satelital (se llama así porque utiliza satélites para enviar la señal), que también mejora la calidad del sonido y elimina las interferencias, pero como punto adicional incluye la promesa de eliminar la información comercial o lo que en radio se conoce como cuñas publicitarias. Para esto utiliza un esquema comercial basado en suscripciones.  Este sistema  es similar al que maneja la televisión por suscripción: el usuario paga una tarifa y a cambio recibe contenido exclusivo (cerca de 120 emisoras, con transmisiones especiales de eventos y certámenes deportivos).
La historia de la radio online en Colombia comienza en el año 2000 cuando un grupo de estudiantes de Comunicación Social y Periodismo, de la Universidad de Antioquia, en compañía de algunos profesores, decidieron emprender el Proyecto ALTAIR (http://altair.udea.edu.co). Con el nombre de la estrella más brillante de la constelación del Águila, que guió a los navegantes griegos y piratas del caribe, el 14 de abril del año 2000, dirigidos por los profesores Lucía Restrepo Cuartas y Fernando Zapata Duque, sale al aire, o mejor a la Internet, la primera emisora creada para la Web en Colombia y la primera emisora virtual universitaria de Latinoamérica.  Y esa es precisamente la imagen que Altair quiere proyectar, la imagen de un proyecto guiador en Internet, que ofrece opciones de entretenimiento a los navegantes mientras trabajan, estudian, investigan o vagan, pioneros del progreso de las telecomunicaciones del país. Más tarde, cuatro años después, apareció la segunda emisora virtual en Colombia. Y esta se concibió dentro de un grupo inquieto de estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Javeriana en Bogotá.
En cabeza de Cristian Felipe Aguiar Guerrero, y otros estudiantes más, decidieron montar su propia emisora por Internet, a la cual llamaron AL AIRE WEB® (www.alaireweb.com). “Con el ánimo de desarrollar todas nuestra aptitudes radiales, y con el deseo de cambiar el concepto de radio vía Internet, estamos logrando hacer más accesible la radio a los estudiantes, colegios, universidades, disjockeys, músicos y Radioaficionados”, comenta Aguiar, Director y Fundador de la estación.  AL AIRE WEB® se ha se posicionado en el mercado como una empresa líder en diferentes sectores de influencia, como lo son el académico y el de entretenimiento, y en cierta manera “ha construido armonía social, solidaridad entre la gente, reforzando valores entre las comunidades gracias a los espacios de reflexión, entretenimiento, diálogo e información seria, objetiva, imparcial, prepositiva y patriótica, gracias a la promoción de nuestros nuevos artistas”, aclara Ricardo Quintero, locutor y miembro fundador de de AL AIRE WEB®.
Está tan de moda tener una emisora virtual como hablar de las pirámides. Empresas, universidades, instituciones públicas, fundaciones, organizaciones, comunidades, gethos, personas del común y no común, en fin, muchos quieren tener su propio medio de comunicación y divulgar lo que conocen o desconocen al resto del mundo. Y no está del todo mal, porque bien lo dice la Constitución Política de Colombia, consagrada en el artículo 20, que se “garantiza a toda persona la libertad de fundar medios masivos de comunicación”.
Realmente no es difícil montar un medio de comunicación por Internet, básicamente, sólo se necesita de un computador y una buena conexión de banda ancha. Por eso, hoy, es que abundan infinidad de emisoras y otras cosillas más en la red. Para corroborar, basta con escribir en Google las palabras; “radio online Colombia” o en su defecto; “radio virtual Colombia”. Se dará cuenta que el resultado de esa búsqueda arrojará decenas y decenas de opciones, que se hacen incontables para cualquier persona, incluso, un programa informático. Existen emisoras para comunidades LGBT, para grupos religiosos, para científicos, para músicos, en fin para lo que usted quiera, solo se trata de que usted regale unos minutos a la búsqueda, y seguro mucho encontrará.  De acuerdo con la RRTIC (Red de Radio y Tv en Internet de Colombia), en la actualidad pueden ser más de 300 emisoras las que están regadas a lo largo y ancho del territorio nacional y la red mundial de Internet. Sin embargo, es una cifra relativa, pues cada día aparecen y desaparecen nuevos medios de comunicación en la Web.  En todo caso, como el interés de estas reflexiones es presentar un panorama de radio Web del país, en el siguiente infograma encuentra algunas emisoras online y sus características.

Nombre de la Emisora
Dirección Web
Característica
AL AIRE WEB®
Comercial. Pop, Rock y Fusiones. Tu la creas, Tu la programas, Tu la escuchas.
Jam Session
Comercial. Es una emisora que emite la música de nuevos artistas de Colombia.
Polidigital
Universitaria. Emisora del Politécnico Gran Colombiano.
Movistar Radio
Comercial. 100% Música 100% Movistar.
Altair
Universitaria. Emisora de la Universidad de Antioquia.
Dyna Radio
Comercial. Música para todos los gustos.
Bogotá Web Radio
Comercial. Es una organización comercial creada con el ánimo de trasmitir la radio a través de Internet.
La Estación del Parque
Comercial. Música Variada.
La Súperestación
Comercial. La Evolución de la Radio.
Decibeles Music
Comercial. La casa de los artistas de Colombia.
Radio Unad Virtual
Universitaria. Emisora de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia.
Musik Viva
Comercial. Es una emisora que emite la música de nuevos artistas de Colombia.
Algunos radioaficionados virtuales conciben críticas sobre el uso o los usos que se les dan a algunos de los anteriores medios. La crítica más férrea y repetitiva es la siguiente: “Si usted va a montar una emisora online, hágalo si tiene una propuesta diferente o alternativa a la que las otras emisoras ofrecen, porque no tiene sentido pasar por Internet los mismos contenidos, utilizar las mismas formas, y estilos  que las radios de FM/AM utilizan”. Así lo expresa, Héctor Morantes, Director General de la emisora Jam Session (www.jamsessionradio.com), emisora por Internet promotora de nuevos artistas de Colombia. En ese sentido y orden de ideas, el futuro de la radio virtual debe estar dirigido a la exploración de nuevos formatos, nuevas estéticas, nuevos lenguajes, nuevas aplicaciones y herramientas que vayan dirigidos a otro tipo de personas o a diferentes tipos de personas.  Y en eso ya cayeron en cuenta, algunas emisoras de Internet. Por eso hoy, dentro de sus portales Web, aparte de música, ofrecen complementos con herramientas interactivas de alta calidad como: video, fotografías, webcasts en vivo, blogs, foros, podcasts, chats, que permiten interactuar de manera directa al oyente con la emisora.
Aparte de lo tecnológico, creo que hay más espacios para innovar, hay más espacios para contenidos, espacios para arriesgarse con cosas diferentes, que en la radio tradicional no son posibles, porque están de por medio los clientes, la pauta, etc.  Entonces, allí no hay forma de experimentar. La radio online básicamente es experimental. Un programa para radio online no puede ser igual que para el FM. Los contenidos de la radio por Internet no deben ser para personas que están en movimiento, que está en la calle, si no para personas que están frente a un computador, ya sea, en su casa, oficina o lugar de estudio. Hacia allá deben apuntar los contenidos. La radio en la red posee recursos interactivos como un chat, un blog, foros, Web Cams e incluso dejar que ellos mismos armen su programación. Hay más cercanía y quizás se generan más relaciones de confianza, porque la estación sabe quiénes son sus oyentes, que es lo que quieren, dónde lo quieren y cómo lo quieren,  todo en tiempo real. Pero en la parte económica, la radio virtual es difícil de sostener, pero se puede llegar a ser rentable, aunque es más de pasión. Pero que se diga que se va hacer rico a partir de las entradas de dinero que tiene el medio, no, por ahora. La radio AM - FM, evolucionará a radio digital, regulada por el MinTIC, y seguirá siendo la radio masiva, es decir, la que no cuesta. Mientras no haya una política nacional de gratuidad para la conectividad se tendrá que pagar una mensualidad por un plan de Internet.
Dora Brausin, subgerente de radio de RTVC y dijo que el servicio público de radiodifusión sonora está preparado para cualquier cambio tecnológico que se avecine. "El futuro de radio pública en Colombia técnicamente está asegurado porque la infraestructura que tenemos está preparada para cualquier cambio tecnológico. Sin embargo, los costos para implementar la radio digital en nuestro país son muy elevados", asegura. Además, dice que "la radio pública viene haciendo un trabajo desde hace varios años para que todos sus sistemas de emisión y transmisión puedan responder a las necesidades de una radio digital, pero esa posibilidad no la tienen en este momento otras emisoras del país. Entonces, si se hace una regulación de radio, debe existir una infraestructura para que todos podamos competir abiertamente".
"Para nosotros los latinos y, en particular los colombianos, la radio sigue trascendiendo nuestras vidas. Por nuestras características geográficas que tenemos, la radio es el medio de comunicación por excelencia en las regiones, en los campos y en los centros urbanos. Es un punto de encuentro que garantiza todas las opiniones y estéticas", concluye la subgerente.
Y es que las estadísticas lo demuestran. Según datos de la subdirección de radiodifusión sonora del MinTIC, en Colombia existen 1.596 emisoras, que emiten su programación haciendo uso del espectro radioeléctrico en las bandas de AM y FM. De ese total, 1.243 son emisoras FM y 353 son AM.
En el país la radio se divide en: comercial, comunitaria y de interés público. Se estima que hay 1.083 municipios que cuentan con la sintonía de al menos una emisora radial, y 48,3 millones de colombianos (correspondientes al 99,1 por ciento de la población nacional) pueden escuchar radio.
En el territorio nacional operan 667 emisoras comerciales, cuya programación busca satisfacer las necesidad y gustos de entretenimiento de los colombianos; 626 emisoras comunitarias, con contenidos que relatan historias y tradiciones de la zona donde operan, y 303 emisoras de interés público, consideradas como el canal de comunicación radial del Estado para acercarse a los ciudadanos.
Hablemos finalmente del caso de HJCK[9] El Mundo en Bogotá, como el más paradigmático de una estación de radio privada colombiana, cuya programación es cultural que ha sabido hacer la migración al mundo digital. Fundada por intelectuales el 15 de septiembre de 1950, transmitió en FM desde 1967 hasta 2005 en la frecuencia 89.9 MHz FM en Bogotá. La fundaron el  Eduardo Caballero Calderón, Hernando y Alfonso Martínez Rueda, Alfonso Peñaranda, Gonzalo Rueda Caro y Álvaro Castaño Castillo. Tiempo después entraron Hernán Mejía Vélez, Enrique Lara Hernández y Santiago Salazar Santos,​ Su propósito fue elevar el nivel cultural de la radiodifusión colombiana. Se vincularon a ella muchas otras personas, empezando por la esposa de Álvaro Castaño, doña Gloria Valencia de Castaño. Hasta esa fecha no había en Colombia una emisora privada que, sin vinculación alguna con el Estado, se propusiera divulgar los temas de la cultura de Colombia y el mundo en forma sistemática y permanente. A lo largo de su existencia, la emisora no ha modificado este propósito. Desde el 15 de febrero de 2000 la HJCK añadió a su programación musical géneros como el blues, el jazz, el bossa nova, el son cubano y el rock clásico. En forma paralela a su función puramente radial, la emisora ha creado:
a.     La serie discográfica Colección Literaria HJCK, que en la actualidad se está presentando en casetes y discos compactos. Esta serie ofrece con criterio antológico las voces de los más importantes poetas y escritores colombianos y de otros países. En la serie figura, por ejemplo, la primera grabación discográfica realizada por Jorge Luis Borges.
b.     La HJCK legó a la Casa de Poesía Silva copia de su archivo de Voces de poetas, que se pueden escuchar en la Sala HJCK de la mencionada casa.
c.     En los últimos meses del año 2004 se realizaron por encargo de Fundalectura las "Tertulias Literarias", una serie de 10 programas que con utilización de las voces provenientes del Archivo Sonoro de la HJCK presentarían semblanzas biográficas de los siguientes escritores latinoamericanos: Carlos Fuentes, Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, María Mercedes Carranza, Raúl Gómez Jattin, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Juan Rulfo, León de Greiff y Piedad Bonnett.
d.     La emisora HJCK está masterizando su Archivo de voces, el cual será adquirido por el Banco de la República de Colombia, para enriquecer su patrimonio.
e.     Desde 2015, la Radio Nacional de Colombia transmitió semanalmente el programa HJCK en la memoria.
Desde el 21 de noviembre de 2005 la emisora HJCK dejó su frecuencia de 89.9 MHZ en el dial para trasladarse a internet, debido a su bajo nivel de patrocinio y una reducción importante en sus niveles de audiencia. Después de su traslado a Internet, la emisora ha podido recobrar una parte de su audiencia. Este cambio de escenario no altera en absoluto el propósito de divulgación cultural y de defensa de los altos intereses del espíritu que han caracterizado a la emisora desde el 15 de septiembre de 1950 cuando salió al aire con la consigna de “levantar el nivel cultural de la radio comercial en Colombia”, compromiso reflejado en su programación.
Capitulo 15- Entendiendo un ECAR[10] #NotACompliment
Como hemos visto, mucho de lo que ocurre en la radio pasa, querámoslo o no, por el tamiz de las audiencias. Y el ECAR mide, ciudad por ciudad, eso: audiencias. Sea de programas con nula calidad o aquellos destinados a una selecta élite, ninguno se sostiene sin audiencias. Vamos a seleccionar el más reciente ECAR de una ciudad intermedia como Cartagena (básicamente por hablar con algo de conocimiento de causa) y valorar porqué el éxito o fracaso de algunas emisoras en dicho escalafón. Tengamos en cuenta que las cifras del ECAR se miden en miles de personas.
PUESTO
EMISORA
OYENTES
1
0334-LA REINA
174.5
2
0362-OLÍMPICA STÉREO
151.0
3
0352-LA MEGA
129.6
4
0366-RADIO TIEMPO
92.9
5
0357-TROPICANA STÉREO
86.8
6
0359-POLICÍA NACIONAL
62.2
7
0381-EL MINUTO DE DIOS
50.8
8
0363-RUMBA STÉREO
40.0
9
0301-CARACOL RADIO
38.4
10
0333-LA CARIÑOSA ANTENA 2
36.7
11
0302-RCN RADIO
25.8
12
0361-W RADIO
24.8
13
0322-RADIO ESPERANZA
16.5
14
0336-BLU RADIO
8.0
15
0390-BLU RADIO
7.3
16
0387-UNIVERSIDAD DE CARTAGENA
7.2
17
0311-BÉSAME
6.8
18
0321-EMISORA FUENTES
6.3
19
0385-RADIÓNICA
4.7
20
0305-TODELAR RADIO VIGIA
4.2
21
0332-RADIO PRINCIPE
1.8
22
0389-ARJONA STÉREO
1.2
23
3340-RADIO UNO (WWW)
1.2
24
0384-RADIO LIBERTAD BARRANQUILLA
1.0
25
0312-RADIO AUTÉNTICA
1.0
26
3321-LOS 40 PRINCIPALES (WWW)
0.9
27
3357-LA KALLE (WWW)
0.9
28
3311-LA X (WWW)
0.8
29
3320-VIBRA (WWW)
0.7
30
3301-RADIOACKTIVA (WWW)
0.7
31
3353-RADIO RED (WWW)
0.5

Comencemos desde la parte alta de la tabla: el top 5 lo ocupan, en su orden, La Reina, Olímpica Stereo, La Mega, Radio Tiempo y Tropicana: Las dos primeras pertenecen a la Organización Radial Olímpica (O.R.O), al igual que el cuarto lugar, el tercero se lo lleva una de RCN y el quinto una de Caracol. Indudablemente, el hecho de la afinidad regional y de géneros les ayuda a estar en estas posiciones, ya que se concibe a la O.R.O como un conglomerado costeño. Sin embargo, las estéticas de los dos primeros (y en su género, incluyo al tercer y quinto lugar) son bastante cuestionables. Locutores con un nivel de ordinariez altísimo, propuestas musicales donde la sospecha de payola es evidente,  rotación musical repetitiva, programación que apela al doble sentido, a la “pega” radial y al comentario sexista. Los oyentes son vistos como clientes promocionales, a los que el uso y el abuso de la fórmula de los sorteos de cuanta cosa inimaginable haya los fidelizan, sin necesariamente darles un contenido de calidad. De la cuarta posición, poco podemos decir distinto a lo dicho en el capítulo 12-A. Campea con el hecho de la tradición en el mercado, acercándose al podio.
La sexta y séptima posiciones son emisoras de nicho. Una, institucional, que combate precisamente el hecho de la fidelización del oyente a punta de dinero como las dos primeras del listado. Y la otra, con un sentido religioso indudable y un cuidado en los contenidos. Algo similar puede decirse del decimotercer lugar, en su propio credo –aunque, a mi particular gusto, se me hace infumable esta última-  Del octavo y décimo lugares, se trata de propuestas que imitan, cada una a su forma, lo que hacen los de la parte alta de la tabla, pero sin impactar lo suficiente. El noveno, undécimo, duodécimo y decimocuarto lugares son ya radios nacionales del AM y del FM, algunas con algo de contenidos locales, que entran en el terreno de lo informativo y de entretenimiento. Destaca a mitad de tabla una emisora cultural universitaria como UdeC Radio, con opciones de entretenimiento que poco a poco se abren espacio en los gustos, aunque muy relegada del lote principal. Ya hacia el final de la misma tabla hay propuestas que el oyente cartagenero no siente como propias de sus gustos y que poco o nada le identifican o hace años dejó de sentir como propias, como Los 40 Principales, La Kalle, La X, Vibra o Radioacktiva. Tal vez ello explique porqué del vigésimo primer lugar al último no llegan a más de los mil quinientos oyentes.

Epílogo

De acuerdo con el MinTIC, en el país hay 1.596 emisoras radiales, dedicadas al entretenimiento, la información, la cultura y la educación. Según sus cifras, hay 1.243 emisoras en la banda FM y 353 en AM, lo que convierte a la radio en el medio de comunicación de mayor penetración territorial, pues 48,3 millones de colombianos, un 99,1 %, pueden escucharla.  

Me parecía desde hace mucho rato que era hora de pensar en qué está fallando nuestra radio colombiana, la cual, si bien no es tan llamativa como su homóloga televisión, no deja de inquietarnos a quienes iniciamos nuestras mañanas, voluntaria o involuntariamente, con las ondas hertzianas. No creo que se pueda explotar eternamente la fórmula del elitismo arribista de “Julito-no-me cuelgue” en La W, ni la ordinariez  de El Cartel de La Mega.

La radio es radio, y es una sola. Seguirá divirtiendo, entreteniendo, informando o desinformando. Sea cual sea la herramienta tecnológica que se utilice para hacerla irradiar. Si  de radio virtual se trata, la invitación es para que exploren cosas que en el mercado no están, experimenten y jueguen con los elementos que la tecnología nos brinda. Las grandes cadenas vienen con todo. La segmentación por contenidos y el empaquetamiento publicitario es su apuesta actual para quedarse con un mercado creciente y muy rentable, lo que dependerá de que sepan manejar sus economías de escala. Los independientes, en cambio, deberán concentrar lo más posible sus nichos y empezar a pensar en unir fuerzas con sus similares para vender. La sintonía de esta lucha por frecuencias está garantizada[11].

Y así salen al aire (y del aire) estas Reflexiones Hertzianas. Espérenlas muy pronto en nuestro canal de Vimeo. Agradecemos de nuevo a todos los que las hicieron posibles y nos sintonizaron con sus visitas y comentarios.


[1] http://www.elmundo.com/noticia/La-payolael-cancer-de-la-radio-/46770
[2] https://noisey.vice.com/es_co/article/vb45ad/testimonios-de-la-payola
[3] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-506921
[4] https://noisey.vice.com/es_co/article/mvbkjv/es-la-payola-legal-en-colombia
[5] https://www.semana.com/cultura/articulo/el-precio-de-sonar-en-la-radio/363737-3
[7] http://www.enter.co/archivo/la-radio-cambia-su-senal/
[8] http://www.crisfe.com/radio-digital-terrestre-para-cuando-en-colombia/#.WzrLObonbIU
[9] https://es.wikipedia.org/wiki/HJCK
[10] http://www.encuestascnc.com/cnc_ecar/
[11] https://www.dinero.com/edicion-impresa/negocios/articulo/lucha-frecuencias/30860

No hay comentarios:

Publicar un comentario