Si a alguien le queda la más
remota duda de que el sábado es el día donde menos atención le prestan los
canales nacionales, que se dé una breve repasada por sus parrillas matutinas:
Programas del defensor del televidente que aburren hasta a las piedras, animes más vistos que la luna,
televentas y programas que pretenden ser vistos como televisión infantil como El Chavo del 8 o Chespirito, así tengan más de 20 años de haber sido cancelados.
Review Franja Yo tengo el control from Pink Sauce TV on Vimeo.
Sin embargo, al canal Caracol
parece que le toca parte de la maldición
de haber cancelado el Club 10, que fue una de sus últimas propuestas
infantiles propias en el horario de los fines de semana. Otras que le tomaron
el testigo pasaron con mucha pena y nada de gloria como Taggeados o Día a día en
familia. De hecho, parte del fracaso de Caracol en este horario es creer
que es un relleno más, sin tener propuestas medianamente novedosas,
sustentables en el tiempo y coherentes.
Tres nuevos programas llegan a
cubrir ese espacio: Love Divina, Food
Hunters y Toni la chef. La primera
es una ficción argentina de ElTrece
coproducida con Televisa de México,
la segunda un reality gastronómico infantil de Nickelodeon y la otra una telenovela juvenil, también de Nickelodeon. Vamos, producciones
nacionales propias, ninguna. Que en la última esté Ana María Estupiñán es mera
coincidencia.
Love Divina demuestra que Laura Esquivel está realmente estancada
actoralmente. Prácticamente no es mucha la diferencia de su papel de Patito feo. Perdónenme si nadie se lo
había dicho antes, pero es la verdad.
Ah, y sin contar con la escasa regularidad con la que en Colombia se emiten las producciones argentinas, que en
cualquier momento las sacan del aire y aquí no se entera ni Dios… Aparte de que
son producciones donde la gente va cual bionovela de cantantes nacional,
cantando porque sí y porque no. En sus canales de emisión original pasó casi
desapercibida, llegando a tener solo 60 capítulos, y considerando la escasita
calidad de lo visto, se entiende el porqué. De hecho, fue un fracaso en
Argentina, siendo trasteada de horario y reemplazada por una turcada. No los culpo: esa trama de unos
supuestos huérfanos escondidos en una casa temiendo la visita de una asistente
social y con un lio familiar (predecible, por demás) de por medio; no hay quien
se la crea.
Por su parte, Food Hunters es como ver el enésimo reality
culinario infantil, con sus pros y sus contras. Al menos la franquicia Masterchef Junior, por solo citar un
ejemplo, se hizo en Colombia, con discretísimos resultados y discutible
factura. Esta vez, la competencia se realiza en cuatro parejas, provenientes de
diversas partes de Latinoamérica y conducido por la chef venezolana Lorena
García. Cada programa tendrá equipos diferentes, y tendrán tanto un reto de
exteriores como uno en cocinas, este último donde solo asisten los integrantes
de los tres mejores equipos del reto de campo y de los cuales sale un ganador
individual. Sin embargo, es otro programa que solo rellenará horario de aquí al
término del 2018, pues solo son 12 episodios. Ni sueñen con que harán una
versión colombiana de ella. No da pa´ tanto.
Finalmente Toni la chef me hace pensar que Estupiñán va camino a ser la Gary Coleman de la actuación patria: con
26 años y todavía la ponen en roles de supuesta adolescente (en la producción
dice que tiene 16 años). Sin embargo, al igual que la ficción de la Esquivel, esta
fue otro rotundo fracaso, tanto, que Nickelodeon decidió no renovarla para una
segunda temporada. Pero, bueno, Caracol es experto en vendernos la moto de productos que dizque son exitosos, pero en
realidad no lo son. Para todo lo demás, está maquillar las cifras. Pero de nada
sirven escenografías y cabezotes coloridos, si los libretos son tan débiles y
las actuaciones, aun peores. Esa rocambolesca historia de cocineros rivales
funciona tal vez en Masterchef, pero
en una telenovela juvenil, suena ridícula. Tan ridícula como esa abuela pasada
de tuerca de Toni, o los Fuccinellis, los rivales del restaurante vecino.
Igual, los ejecutivos de Nickelodeon creyeron que iba a funcionar, y no, la
receta del éxito no resultó. Ni con “especias mágicas” uno se traga esta
payasada.
Aquí es donde me pregunto ¿Qué
fue de esa TV colombiana capaz de hacer programas infantiles como Brújula mágica o canteras de talentos
como la de Pequeños Gigantes? ¿Por
qué desterraron la programación infantil de las parrillas de la semana? ¿Acaso
un noticiero del medio día casi interminable y las infumables telenovelas
turcas es lo mejor que puede ofrecer Caracol en sus tardes entre semana?
Sinceramente, yo tengo el control… pero deseo darle al botón de apagar.
Mi querido Pink Sauce: no lo pudiste haber dicho mejor. ¿Qué pasó con
ResponderEliminarlas buenas producciones infantiles y juveniles colombianas, como las que nombraste? Y no solo eso: ¿qué pasó con las buenas series, novelas y comedias que hacían aquí, con talento meramente nacional, aptas para todo público e inolvidables como ellas solas?¿Será que entra más tecnología nueva aparece y más pasan los años, se nos acaba la creatividad y el talento para hacer buenas producciones? La t.v de antes era pinta......ahora,...¡espanta!
Me reí mucho con lo de la Gary Coleman colombiana:una vieja ya de 26 años y nos la quieren meter como la culicagada de 16....ayyyy Dios, estamos malm, muy mal! La Peter Pan Colombiana, jajajajajajajajajajajajajaja!
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