lunes, 10 de febrero de 2020

Review A otro nivel- Canta conmigo: Otro sobrevalorado concurso de cantantes de Caracol


Debo confesar (aunque a mis lectores eso nunca les extrañe) que siento profunda pereza por los concursos de cantantes que hacen en Caracol. Visto uno, vistos todos. Sobre todo, porque esa cómoda como inmerecida posición de liderazgo en rating ya cansa, y más si no propone nada nuevo bajo el sol. Rara vez cambia la mecánica, y hasta el repertorio musical de los programas mismos. Además, como es una de mis críticas más claras, yo no veo el “otro nivel” en que musicalmente están John Onofre  o Jair Santrich después de ganar las temporadas del 2016 y 2017, respectivamente.




Ahora se reestructura el programa con el brasilero Canta Conmigo, y eso explica por qué en el set del episodio debut (que, también confieso, vi en riguroso diferido, porque ni piensen que voy a dejar de asistir a mis clases de alemán por ver esta bazofia) vimos a tantas caras conocidas, como Maía, por ejemplo, otra experta en salir en cuanto reality se le presente, en uno u otro canal ( La Pista o Masterchef Celebrity, por solo citar dos ejemplos), en el panel frontal de 100 jurados, que en una escena hicieron el ya pasado de moda mannequin challenge #GiveMeABreak, eso fue tan 2016…-. Los jurados son un revuelto entre ex participantes de las temporadas pasadas o de realities pasados (Laura Mayolo, ex integrante de Escarcha, surgido de Popstars)  asesores vocales de Yo me llamo y una gente muy XYZ que definitivamente #MVM.

Temo que Paulina Vega se está encasillando con un programa tan de poca monta, de esos que se olvidan desde el día en que terminan. Cada noche, siete cantantes se pondrán a prueba.  Los tres más votados del panel frontal que no logren los 100 votos avanzarán a la fase del ascensor. Si un cantante logra convencer a la totalidad del panel de jurados, pasa directamente a otra fase de A otro nivel, superior a la etapa del ascensor. La primera en cantar fue Guita, con el género de la salsa. Ahora no dicen “Yo me llamo”, sino “Canten conmigo”. Pero seguía existiendo una antesala, esta vez no con familiares del aspirante, sino donde los otros participantes esperan su turno. La primera cantante obtuvo los 100 votos, con los clásicos comentarios donde todo son felicitaciones y flores.  Debe ser que con miel cortamos los comentarios envenenados que de vez en cuando tiraba Amparo Grisales en el programa antecesor.

El segundo participante eligió un pésimo tema (Bon Jovi en castellano debería ser un absoluto NO), y no convenció sino a 46 jurados, menos de la mitad. La tercera participante nos habló de su trillada experiencia con la música. Ya es la clásica historia plantilla que estamos hartos de saber en estos programas. Logró 97 de los 100 jurados. La ranchera del cuarto aspirante también la he escuchado hasta la saciedad en prácticamente todos los realities musicales de este país, y también obtuvo el pase directo sin la etapa del podio.  A “La Leona” más bien le fue como a perros en misa con escasos 40 jurados.  Y a la siguiente aspirante le tocó el libreto de la historia telepornomiserable de la noche. Obvio, eso no podía faltarles en su reality a los de La Floresta. Creo que el tema de Selena le quedó muy grande, pero le sirvió para colarse, temporalmente y por escaso margen (44 puntos) al podio, mandando a casa a la “Leona”. El último cantante con el género vallenato fácilmente llegó a los 96 puntos y eso mandó a casa a su antecesora.

Lo dicho: Si antes A otro nivel fusilaba la idea de la silla giratoria de The Voice y la reemplazaba con el ascensor, ahora esta etapa del podio es como el six chairs challenge del X Factor de varios países. Claro, en esta semana del debut, bien pudo apalancarse con el torneo preolímpico, aunque marcando menos que el final de Yo me llamo, pero ¿Se comportarán las cifras bien con ellos en las fechas siguientes? ¿No será hora de que el ascensor de este formato marque su descenso al sótano de la tabla de ratings? ¿De verdad el reemplazo de la modorra que producía la fase final de Yo me llamo era otro reality de cantantes? Los tres jurados que esperan a los de la fase del ascensor son Diego Torres, Paola Jara y Greeicy Rendón. Irónico es que una “estrella” surgida de un reality de la competencia ahora sea jurado que juzgará el talento vocal que ella misma ni siquiera tiene. Remezón total en el panel de jurados, pero el programa me produce una pereza infinita.

Pronóstico: Liderará en rating, porque básicamente  RCN le dejó el camino libre programando el bodrio de Los Reyes, que a nadie le importa; el Uno solo pasa ladrillos y porque en el fondo sé que a muchos de ustedes les gusta que Caracol nunca salga de su zona de confort.  Sin embargo, su liderato no es tan contundente como quisieran en La Floresta, y por lo visto, Pa ´Quererte, sin ser nada del otro mundo, ya les respira en la nuca, tanto, que protagonizó un sorpasso breve pero diciente entre el 18 y el 19 de febrero del 2020. Lo malo, es que no fue lo suficientemente duradero para mantenerse como tendencia. Sin embargo, yo creo que es hora que dejemos de acudir como las ratas del Flautista de Hamelin a darle rating al enésimo concurso donde su ganador será olvidado una semana después de que gane, después de vencer a los mismos palanqueados de siempre, a las estrellitas frustradas de otros realities nacionales o de ver cantar el mismo bucle de temas que ya nos sabemos de memoria.
Opta por el rescate: No.



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