RCN ha vuelto a
cambiar de programa matutino, y deja atrás a El Desayuno y ahora da paso a Nuestra Casa. Sin embargo, hacer el
análisis de un programa matutino que dura cuatro infinitamente hartas horas es
todo un suplicio. Visto el programa debut hemos identificado los siete pecados
capitales de este “nuevo” formato:
1.
Demasiada gente: Nuestra casa no tiene una, sino TRECE PERSONAS en su lista de presentadores: Lalinde, Corzo,
Macla, Pedro (el chef), Ángela, Maite ( la de los avances de noticias), el
padre Walter, Alerta, Diana, el ex concejal Lucho, el Dr. Julio ( el de consejos
de salud), Ayda (La astróloga) y Jairo ( el de consejos financieros). No sé qué
será más dilatado, si el horario de este programa, su nómina de presentadores o
los bostezos que produce. Y en otros casos, hasta repatea: Diana Mina cae mal,
hasta ese sonido de diana militar que le pusieron a su sección fue ridículo. It´s not working, bitch!.
¿De verdad necesitábamos saber que Pedro (el chef) estuvo en
recuperación del alcohol y las drogas? Creo que no, esos detalles tan #AySeñoritaLaura, habérselos ahorrado en
el debut. Como eso de poner a Lucho como entrevistador ¿En serio contrataron al
que vendió los derechos de su bionovela
al canal rival? Muy inteligente decisión, RCN…
(Sarcasmo: ON)
2.
El Dramatizado: Bajo el rótulo de “Nuestras historias” metieron un
dramatizado unitario que dividieron en tres actos, pero con actuaciones peores
que las de las horas más bajas de Mujeres
al límite. Fue, de lejos, la cosa de peor gusto posible. Nada más les
faltaba el vientico de la rosa de Guadalupe o que saliera una voz que dijera “Queeeee Dilemaaaaa”.
3.
Invitados pasados de moda: Y eso, por
señalar los que terminan llegando al programa, porque en el episodio debut
anunciaron a Pipe Peláez ( que hace rato ni suena ni truena) y a Carolina
Acevedo, y la actriz, ni por las curvas. Para mejorar, hicieron un desfile de
modas con una diseñadora bien XYZ y encima fue Tony Kamo. Bueno, este último se
lo pudieron ahorrar (en realidad era una sección patrocinada para hacer
publicidad de su gira por Colombia), ya que el programa duerme a cualquiera.
Por cierto ¿A los invitados también los piensan repletar de comida con todas
las recetas que hacía el chef?
4.
Los avances de noticias: ¿En serio creen
que comenzando emisión con ”Noticias
positivas” van a acallar el hecho de que su Noticiero ( que es un coñazo
INSOPORTABLE), que es el programa que le antecede a la franja, espanta
audiencia por su sesgo ideológico?. Por demás, los tres avances de noticias de
las 9:30, 10:30 y 11:30 fueron el mismo bucle de tres o cuatro notas mal analizadas
que bien pueden prescindirse. Es casi la misma fórmula que ya fracasó en el
matutino del canal Uno.
5.
Más de lo mismo: El set del programa es
la versión 2.0 de El Desayuno. La sección de Macla, denominada Auxilio,
el último grito de la moda es
también la repetición de la repetidera de lo que ya hacía en El Desayuno. La sección de la astróloga,
más predecible que libreto del Chavo del 8. Busca
por dentro, la sección de autoayuda de Silvia Corzo, era una oda a los
consejos más #GraciasFaryd ¿En serio,
en pleno año 2.020 necesitamos una sección con un cura católico? Y si la
respuesta era sí, haberle advertido más al padre Walter Zapata sobre el manejo
de cámaras, porque hasta al aire le tuvieron que advertir que no le diera la
espalda a la cámara. Por cierto, esa sección llamada “Todo tiene su cura”… por poco se les funde el cerebro de tanta
originalidad. Ah, y Memencanta, una
sección de memes de internet…uff, qué creatividad, ¿qué, estamos en 2006? ( por
cierto, ni un solo meme de Duque, mala ahí). Por cierto ¿Hasta cuándo van a abusar
de las mismas cortinillas sonoras de Muy
buenos días? Porque el beso del final de Simarik de Tarkan es tan yesterday´s
flavor…
6.
Pésimo manejo del tiempo: Quitando los
avances de noticias de cada hora, el manejo del timing entre las secciones fue un soberano desastre. Y el de
cámaras, ni se diga: estaba más perdido que Adán el día de las madres. Tanto
presentador se atropellaba entre sí, y fue un jodido desastre ver ciertas
secciones. Sobre todo las de las recetas que pusieron en pantalla, pues no guardaba
ninguna coherencia lo que decía o mostraba el chef y lo que salía en el
generador de caracteres. La sección de Manualidades con Ángela Cardozo fue una
oda a la improvisación: ¿A quién se le ocurre una sección de manualidades para
niños usando una pistola de silicona caliente, que hasta quemó a la
presentadora en sus dedos, existiendo la silicona líquida? Hasta en el ya
desaparecido ¿Puedo hacerlo yo?
japonés, cuidaban al detalle qué manualidad iban a hacer para evitar esos
chascos.
7.
Reciclando lo que ya fracasó en otro lado: Lalinde no levanta cabeza desde el final de El precio es correcto: Lo intentó en Caracol con Locos x la tele y Día a día en Familia y fracasó. Se fue al Uno y también fracasó (igual
que Silvia Corzo), y El Desayuno se
saldó con más pena que gloria en RCN. Alerta
hace una presencia ridícula y sin gracia en cada intervención.
Lo peor es que realmente
no debería ser tan difícil competir con el ladrillo de Caracol o el del Uno. Pero ni eso pueden. O al parecer, no pueden, porque a todo lo
narrado se le une ese silencio sepulcral que los analistas de rating tienen
respecto de los números de audiencia de este programa matutino. Uno sabe que
estos formatos no es que marquen cifras astronómicas (bueno, en RCN casi nada
lo marca), pero se siente sospechoso cuando, a una semana del estreno, nadie
dice guarismos concretos. Se las dejo ahí…
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