lunes, 18 de septiembre de 2017

5 razones para NO ver A Otro Nivel



Tras el final de ese Desafío Súper Humanos que desde hacía semanas ya era nada más que un  vil culebrón con  pruebas intrincadas y peleas de gatas, Caracol nos trae su versión pirateada de The Voice, pero con un ascensor en lugar de sillas giratorias talent show de propia cosecha, con el que aspira a liderar en el último tercio del 2017 en el horario de las 8 de la noche, que desde el 2015 sigue siendo suyo, con mayor o menor injusticia. Pero desde aquí daremos nuestros cinco principales reparos a que esto siga ocurriendo:
5 razones para NO ver A Otro Nivel from Pink Sauce TV on Vimeo.
  1. ·   Estos formatos nunca logran consolidar una carrera: Pecado común del que también se puede acusar a los demás formatos musicales de Caracol, como La Voz Colombia, La Voz Kids, La Voz Teens, al igual que a los de sus rivales de patio: Factor X, Factor XS, Factor XF o Factor X La batalla de las estrellas, e incluso otros ignorados por el rating como Se busca intérprete (2008)  o Idol Colombia (2014). Caracol debería ver que, más allá de ganar el premio en metálico  y salir de invitado en Día a día, al ganador de la temporada anterior de poco o nada le ha servido para que su carrera despegase más allá del sector que ya tenía conquistado antes de presentarse en este programa.  La mayoría de los productos ganadores de concursos de esta estirpe o ni suenan ni truenan en el mercado radial colombiano o les toca más duro salir adelante, pues se les suele estereotipar como “estrellitas de reality”.
  2. ·         La telepornomiseria: Jodida cosa y ver cómo la primera fase de la competencia, en donde luchan por obtener el beneplácito de al menos dos de los tres jurados, se adereza con esos videos donde los participantes parecieran competir por ver quién tiene la historia más lacrimógena y retorcida. Los moldes ya los sabemos de memoria: El desplazado por la violencia, la que necesita ganar esto pa´ llenarle la nevera a la mamita (cofcofJessicaAgualimpiacofcof), el que ha cantado desde que estaba en el vientre materno pero nunca ha tenido ese big break en los medios… ¿De verdad no pueden ganar por algo que no sea inspirar lástima? 
  3.       Las roscas: Si siguen creyendo que esto que se viene es totalmente transparente, déjenme decirles que el Niño Dios son los papás. Que Luz Marina Osorio, concursante de la temporada anterior, haya sido la mamá de Carolina Cruz, presentadora Talento Caracol, no tuvo nadita qué ver con su elección en 2016… y estos son de leche.    
  4. El mismo repertorio de canciones trilladas y de participantes adictos a realities: Otra cosa detestable es ver cómo Caracol usa y abusa en diferente orden de las mismas canciones pendejas que estamos cansados de escuchar en todos sus concursos de cantantes y hasta en los de baile como La Pista o de imitadores de cantantes como lo fueron Yo me llamo o Tu cara Me Suena. Asumámoslo: Nunca una canción original va a llevar a alguien a subir ese ascensor indubitadamente, y a los de Caracol les gusta ir a lo seguro con las mismas canciones y hasta con algunos concursantes que, a no dudarlo, habrán pasado por todos los concursos musicales en ambos lados del espectro televisivo.
  5. La modorra del perenne liderato: Caracol no sale de su zona de confort a las 8 de la noche, mientras siga ganándole a sus rivales, eso lo tenemos clarísimo. No hay riesgo en los formatos, pues RCN no convence con sus ficciones (es más, le temen tanto al ladrillo de A Otro Nivel, que no pondrán a Protagonistas a competir con ellos) y el Uno no logrará nada con la turcada de turno. El que tiene el éxito en el rating (así sea con cifras nimias), marranea, y por eso le puede embutir la telebobela mas ridícula a sus televidentes, igual la verán. El tenebroso panorama que demuestra 2017 es que Caracol seguirá en las mismas y simplemente alternará  YMLL con AON y La Voz (inserte aquí lo que le salga de los cojones a Sampedro y compañía) hasta el aburrimiento.
Y bueno, como sabemos que no nos van a hacer ni puto caso con todas nuestras observaciones, les recordamos que, como pensamos en esta casa editorial pobre pero honrada,  criticamos por un mejor país, y querer un mejor país es un valor cristiano.


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