Irónicamente, la
repetición de Lady marcó demasiado
bien para el mediocre trabajo que hacen en Las Américas por tener un resto del
2019 decente, sin ser Bettydependientes.
Al ignoto horario de las 10 pm, llega Enfermeras,
un dramatizado donde las auxiliares de la salud son las protagonistas. Desde
luego, creatividad para ponerle nombre a la novela no ha habido. En lo más
mínimo.
Diana Hoyos (María
Clara) como protagónica es funesta. La última vez que tuvo un relativo éxito
fue con Oye Bonita, hace ya casi 10
años, y eso es porque su perenne cara de angustia espanta audiencias. Además, ella
es tan poco versátil como la trama misma de la novela, porque, no nos llamemos
a engaños, TODAS las telenovelas sobre médicos y enfermeras derivan en lo
mismo: softporn en prime time, con médicos arrechos más
preocupados por a qué enfermera se van a culear durante el turno que por el
acetaminofén. Una que otra escenita de
acción, pero nada que descreste. Así fueron A
corazón abierto 1 y 2 y Sala de
Urgencias 1 y 2. Y las primeras partes de ellas al menos tuvieron buen
rating. Enfermeras ni eso logró en su
estreno.
Si alguien
podría personificar el meme de Spiderman apuntándole a otro Spiderman, esa es
Viña Machado, enfrentada a sí misma en este horario en ambos canales privados.
Aquí personifica a Gloria, la prototípica enfermera impotable, amargada y bien
arribista. De esas que usted puede ver en cualquier EPS.
Por lo visto, Masterchef Celebrity 2019 fue empleado como trampolín para
algunos de sus participantes en esta novela: Pedro Palacio, Sebastián Carvajal…
pero nada de eso compensa sus actuaciones tan flojas.
Los libretos de Enfermeras son la repetición de la
repetidera: Enfermeras tratando de compaginar sus vidas como madres, parejas y
trabajadoras de la salud. La escena del paciente alterado que amenaza a medio
hospital con un bisturí era de bazar de colegio: ¿tanta gente fue incapaz de
contener a un paciente alterado? Como pretensión dramática le faltó mejor
ejecución, sobre todo si por horario podía ser más fuerte. Ah, y por cierto, el
paciente alterado luego falleció. Así, sin comerlo ni beberlo.
La noche
romántica entre María Clara y su infiel esposo daba hasta risa, y más si la
intercalaban con la emergencia del paciente en comento, y es que luego la
pareja que celebraba su aniversario derivó en una mala copia de Emergencias sexuales, donde María Clara
se enfrentó al difícil rol de familiar del paciente en el mismo hospital donde
trabaja.
Y todo esto se
dio sin que un paciente tuviera que presentar una tutela, o un desacato, o sin
corredores de la muerte, como sí es la realidad de muchos pacientes. Porque,
qué oso mostrar ese tipo de realidades en nuestras ficciones. Pero eso sí, ese directivo
del hospital morboso (Lucho Velasco) que se come a todas las enfermeras sí que
debe ser el pan nuestro de cada día. En la realidad y en la ficción.
Pero la cereza
del postre es cuando María Clara se entera de la otra familia de su marido, que
corre paralela con la tragedia del paciente fallecido y gay de closet ¿Cuándo
aprenderá RCN que es mejor una buena escena dramática, bien contada, que dos
que cojean en un mismo episodio? ¿O que la musicalización de un capitulo no
debe ser atosigante?
En definitiva,
ni con el mejor desfibrilador, RCN logra reanimarse. Ya creo que su línea vital
tiende peligrosamente a ser plana, tan plana como el rating (y el talento) de Enfermeras.
Esa producción innecesaria de Enfermeras es, como tú dices, más de lo mismo. Su presupuesto de tres pesos(uno usado en el labial de prostituta que usa la tal Viña Machado, el segundo peso usado en las gafas de nerdo usadas por Pedro Palacio y el tercer peso usado en la locación donde grabaron) deja muy mal parado al canal del las tres letras. Y ni hablar del personaje interpretado por Lucho Velasco. Tiene más carisma un notario público bogotano. Este 2019 cerrará como uno de los peores y más tristes para la TV colombiana. Las actuaciones dan pena ajena, dan mucha lástima. Aquí no aprende RCNalgas: las producciones de hospitales y medocuchos de pacotilla, aburren a todo el mundo. Prefiero sentarme con mi hijo a ver a esa hora Jorge El curioso, Mr. Bean animado o una maratón de Scooby Doo...por lo menos a eso le saco jugo y si me hacen reír. Bendiciones y se te quiere.
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