lunes, 15 de enero de 2018

Garzón y Paraiso Travel: Dos telenovelas que nacieron muertas.



Siguen los recambios de enero en los canales privados, y ahora el turno queda en cabeza de RCN, cuya labor de censura a mis contenidos hace que no podamos ilustrales de ninguna manera sus lanzamientos, pero bueno, eso no me callará en decirle "la verdad en la cara", como ya es costumbre en este blog.

Garzón: La bionovela que no necesitamos, en el peor lugar posible

Comencemos en orden: Recientemente Andrés Parra trinaba lo siguiente:


Pues muy bien, yo respondí a ese trino afirmando que mi principal crítica a Garzón radica en que era menester dejar de sobreexplotar el formato de la bionovela, que ya era hora que los libretistas se inventasen historias más creativas y no el camino fácil de dizque homenajear personas que no están vivas para decidir si querían o no esta clase de "homenajes". Ante el feedback generado, comenté que los guionistas de Hollywood, sindicalizados, pusieron en jaque a los grandes estudios en 2008 ¿acá no podrian hacer lo mismo para exigir que mejores ideas que armarle culebrones a cantantes de vallenato meleguero ( como el producto rival de Garzón) lleguen a las pantallas? Me contestaron que les ha faltado unidad como gremio o valentía para seguir abriendo espacios creativos. Yo sugerí que buscasen esa unidad  como gremio y exigieran calidad, no esa cosa prefabricada que sigue saliendo al aire. ¿Porqué no se ha repetido un fenómeno como el de Yo soy Betty la fea?por que no hay nada digno de exportarse, ni siquiera lo será Garzón, la predecible bionovela de molde, que fijo comenzará con un flashback.

La telenovela de Jaime Garzón es como una dieta en diciembre: Ni bien ha empezado y ya está condenada al fracaso. Secretamente, más de uno espera que en su debut fracase rotundamente,  a la semana le recorten tiempo y al mes es siendo desplazada por el siguiente fracaso del odioso canal de las tres letras. Yo me pregunto ¿Porqué OTRA bionovela? ¿De verdad la única forma de "homenajear" a un personaje fallecido es convertir su vida en un culebrón infumable de lunes a viernes, con "licencias literarias"?. Más aún si se considera que Jaime Garzón es un personaje que para los de Las Américas no le es conveniente rememorar, más cuando él trabajó en la competencia.

Review Garzón: La bionovela que no necesitamos, en el peor lugar posible from Pink Sauce TV on Vimeo.


Me preguntan sobre la actuación de Santiago Alarcón. A título personal, este señor, que ha perpetrado parte de los papeles más horrendos de la TV, como el inenarrable Germán de Las Detectivas y el Víctor/El Man es Germán, la tiene relativamente fácil, ya que hay abundante material audiovisual sobre Garzón y sus personajes en Zoociedad, Quac, Lechuza y CM&. Pero esto no es un Yo me llamo en versión culebrón. 

Alarcón pedía en redes sociales que viéramos la telenovela antes de juzgarla. Pues bien, fieles a nuestra tradición de ver y juzgar el episodio debut, debemos decir que lo único bueno de la telenovela fue el cabezote, porque del resto, la escena inicial, con Garzón personificando a Heriberto de la Calle en un descapotable rumbo a una presunta entrevista, y sin solución de continuidad, casi echándole los perros a su entrevistada se vio muy mal ¿Esto lo editaron a la topa tolondra? ¿En qué aportaba a la trama si Jaime “volvía a sus andanzas” con las mujeres? ¿Y así lo muestran como víctima de unas "chuzadas", que solo muestran conversaciones dignas del hombre más mujeriego del mundo? Creo, sin lugar a equivocarme, que este no era el enfoque más acertado para este personaje.

Las actuaciones femeninas del episodio estuvieron flojísimas todas, en especial las de Zharick León y Laura Perico. Y la mesa de trabajo de la emisora (asumimos que es la extinta Radionet, donde trabajaba Garzón antes de morir) tampoco fue creíble. Le falta mucho a Carlos Barbosa como un pretendido Yamid Amat (aunque aquí no quieren usar nombres de personajes, como el del presidente de turno, que era Pastrana, aquí llamado “Santiago Villegas”, recurso que me pareció un poco chocante), tanto como ese almuerzo en donde Garzón primero se entrevista con la hermana de un supuesto secuestrado y sin problemas pasa a cocinarle y almorzar con la actriz a la que le estaba echando los perros. Y ni a pesar de las advertencias de seguridad, se pudo evitar el desenlace fatal que todos ya conocemos. Es más, el episodio debut parece insinuar que Garzón se quería exponer voluntariamente a su muerte, como una mariposa acercándose a la fatal luz de una vela. Esa llamada telefónica Garzón-Castaño fue, de lejos, la peor incoherencia del episodio ¿Bajo qué condiciones se dio semejante llamada desde una cárcel?

En conclusión, Garzón fracasó en el rating ( ni siquiera llegó a 7 puntos, siendo superada hasta por la alocución presidencial), no solo por méritos propios, sino a pesar de la ausencia de virtudes del rival de turno. RCN, nuevamente, se ganó el mensaje de rechazo de una audiencia forjada por lo mismo que ellos enseñaron a odiar. Yo creo que el verdadero homenaje que merece Garzón no es volverlo un simple personaje de telenovela (por el que debe estarse revolcando en su tumba), sino que se esclarezca y condene a quienes cometieron ese crimen de lesa humanidad. Pero eso es mucho pedirlo en este país de mierda.

Los canales privados (porque el Uno ha preferido la vía fácil de reducir sus propuestas de ficción a enlatados turcos o descartes de productoras baratas) son terriblemente resultadistas, y creen que porque el público haya visto una bionovela, seguirá con las demás. Craso error: Todo es prestao, El Comandante y Pambelé, por ejemplo,  del mismo canal, se hundieron en el más absoluto desprecio por parte de la teleaudiencia.  Y en el caso de la segunda de las citadas, no suena coherente que el mismo canal que maneja una linea informativo pro-derechista, la misma contra la cual en vida se opuso Jaime Garzón, y que quizás le costó su vida, sea quien programe esta telenovela.

Paraiso travel: llegando al peor infierno de RCN
En el horario de las 10 pm llega una telenovela que surgió de la adaptación de una novela escrita por Jorge Franco y que ya fue llevada al cine diez años atrás. Cuando tienes estas referencias, esperas que sea una buena adaptación al ritmo y dinámicas del lenguaje de la telenovela, que no necesariamente es el mismo que el del cine.

Ese espejismo llamado “el sueño americano” es el leitmotiv de Paraiso Travel, donde sorprende ver en su elenco a Christian Tappan, más habitual de producciones de la competencia. Una que sí es habitual de elencos del canal de las tres letras es Katherine Vélez, a quien ya casi vemos hasta en El boletín del consumidor de este canal, y quien en la novela hace el papel de la madre de la protagonista.

Review Paraiso Travel: Llegando al infierno de RCN from Pink Sauce TV on Vimeo.


Sin embargo, el primer capítulo  de esta telenovela se volvió una trepidante sucesión de escenas pegadas casi con babas, sin un norte claro, como el que sí se sentía que existía en la película de Simon Brand. Y ese es un problema: la comparación frecuente entre la cinta y la telenovela, donde esta última sale perdiendo por goleada, pues se siente que le hicieron una adaptación bastante libre de la misma. Le destaco a la telenovela la hermosa fotografía de Medellín y en especial del hotel Nutibara, sobre todo en la escena del intento de suicidio de Raquel.

Otro problema que veo es ese acento paisa tan fingido de muchos personajes. Además, con todo respeto, pero la química entre Laura Londoño y Sebastián Eslava es nula. Y aunque en la historia original, y me voy a permitir hacerles un spoiler del final, por si no se han leído el libro o visto la película: Los protagonistas, Marlon y Reina, después de muchas desventuras, se reencuentran, pero se dan cuenta que entre los dos no hay ese amor que les llevó de Medellín a Nueva York. A ver cómo lo adapta RCN. Por lo pronto, la telenovela ( no sé para qué insisten en llamarla "serie" cuando claramente NO lo es)  no me enganchó para nada. El libro tal vez sí.

Es una pena pensar que RCN, que manejó el tema de la inmigración ilegal de una manera mejor lograda como fue Allá te espero, su último producto en ser rescatado, hace ya la friolera de 5 años, hoy no sepa cómo sacar adelante una sola telenovela buena en su prime time.  Y en el caso de esta producción, ni siquiera las cifras la salvan: mientras su rival de horario (la cosa horrorosa esa de Sin tetas sí hay paraiso: El regreso) dice tener más de 15 puntos, Paraiso Travel vive su infierno personal, quedando por debajo de los 4 puntos de rating y lógicamente, sin llegar ni siquiera a entrar al Top 10 en su estreno. Esto tiene un tufillo a recorte y trasteo de horarios...

Bueno, Canal RCN, tienes lo que te mereces: Tanto impulsaste la campaña del NO, y el público parece que le dice exactamente lo mismo a tus telenovelas...

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