domingo, 1 de abril de 2018

Reflexiones Hertzianas, primera parte


Buenas noches a todos. Aquí comienzan estas reflexiones que quiero hacer sobre el tema de la radio Colombiana. De entrada quiero agradecer a todos los que durante este largo año han hecho aportes al tema, sin ustedes no podríamos ver la luz en esta labor. Lectores como Carlos Olarte Barajas, Alejandro Uribe o Daniel Ignacio Cubillos han hecho posible esta labor.

A diferencia de lo que pasó con su alter ego televisivo Los años maravillosos/tenebrosos de la televisión colombiana, en principio, Reflexiones Hertzianas no tendrá un análisis pormenorizado año tras año, ni rescatados (o tal vez sí, pero de eso hablaremos más adelante). Quiero ante todo que entendamos qué estamos haciendo bien o mal en la radio, al margen de los años en que ello viene ocurriendo. Por ahora, aspiro a hacerles entregas semanales de mis Reflexiones.

Capítulo 1: Los comienzos:

La radio es un sistema de comunicación que consiste en la propagación de ondas electromagnéticas a través del espacio. Estas ondas electromagnéticas inicialmente fueron los mensajes que el locutor quiso transmitir a los radioescuchas, pero debieron ser transformados para poder transmitirse[1].
El primer científico en haber funcionar la radio fue Guglielmo Marconi, quien logró enviar las primeras señales radiales en 1894, por tal motivo, fue él quien registró la primera patente de la comunicación radial. Tiempo después, en 1906, Reginald Fessenden, inventó un generador eléctrico mucho más potente que permitía transportar el sonido. Posteriormente en 1927 el laboratorio Bell inventó el transistor. La difusión de estos inventos fue rápida en todos los países.
A nivel mundial, las primeras emisiones públicas de radio tuvieron lugar en el año de 1912, a raíz de la proliferación de señales de radio provenientes del transporte marítimo y de las estaciones terrestres de comunicación, especialmente. Muchos historiadores dicen que la radio pública se originó como consecuencia de las enormes dificultades de comunicación evidenciadas durante el hundimiento del célebre barco Titanic, el 12 de abril de 1912, ya que éste trató de comunicarse durante tres días sin lograr una respuesta eficaz de las embarcaciones o puertos cercanos; una vez ocurrida la tragedia, comenzó la discusión en cada país en torno a la necesidad de reglamentar las emisiones radiofónicas, todo ello con el fin de lograr un sistema de comunicaciones más eficiente.
Es hasta 1920 cuando le son asignadas frecuencias exclusivas a las estaciones de radio dentro de Estados Unidos. Durante la década siguiente se organizaron cientos de emisoras privadas mientras el Estado Norteamericano apoyaba e incentivaba la aparición de las primeras cadenas radiales de comunicación en toda la extensión de su territorio. El gobierno norteamericano, ya en los primeros años de la radio, fue consciente del poder masivo que éste medio de comunicación tendría en la década siguiente.
La radio comercial, en términos cercanos a lo que hoy conocemos, nace en 1922. Su fin, inicialmente, era el de emitir "cuñas" publicitarias, a manera de apoyo al creciente mercado de productos en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, un año más tarde se comenzó a experimentar con el formato radial y se produjeron los primeros programas de narraciones e historias. Este formato tuvo una gran recepción por parte de la audiencia, que inmediatamente se comunicó con la cadena radial para sugerir su continuidad. Se había demostrado que el sonido resultaba un material innovador y sorprendente para la recreación de escenarios, por lo que el proceso experimental siguió su curso hasta 1932, cuando aparecen los primeros programadores de música, los discjockeys, y, con ellos, los estribillos (los famosos jingles) para los comerciales cantados.
Existen cuatro clases de emisiones radiales: en frecuencias hectométricas (353 a 1.605 kHz); para los trópicos (bandas de 62, 90 y 120); internacional (frecuencias de más de 1.950 kHz); y para programas educativos frecuencia modulada de 88 a 100 kHz (ibid., 20). El MinTIC tiene cinco estaciones monitoras para controlar la radiodifusión; pero la proliferación de estaciones de alcance medio (550-1.601 kHz), hace difícil la tarea.
Desde la década de 1920, la radio comenzó un rápido proceso de expansión alrededor del mundo. Los equipos necesarios para su producción eran un producto costoso y de díficil transporte, aunque varios radioaficionados habían conseguido realizar emisiones, tanto dentro de Estados Unidos como en Europa, con equipos rudimentarios. Para la década de 1930, Argentina y México ya contaban con grupos de radioaficionados que emitían series de noticias y canciones en Buenos Aires y Ciudad de México. En estos países, la radio consiguió el apoyo de los gobiernos, interesados en incentivar la instalación de estaciones de radio para conseguir una comunicación directa con los habitantes.
A pesar de haber sido un país eminentemente rural, Colombia fue uno  de los primeros países en América Latina en desarrollar la radio. El 12 de abril de 1923, el presidente de aquel entonces, Pedro Nel Ospina, mandaba un mensaje a Guillermo Marconi, con motivo de la inauguración del telégrafo inalámbrico en Colombia[2].

En diciembre de 1925, la Voz de Barranquilla, la primera emisora colombiana, inicia sus transmisiones al público en general. Su organizador fue Elías Pellet Buitrago, un experimentado radioaficionado. Entre pioneros de la radio colombiana se encuentra a Manuel Gaitán de la Voz de la Víctor, Hernando Bernal Andrade de Radio Santafé, Gustavo Sorzano y Francisco Bueno en Bucaramanga, Antonio y Rafael Fuentes en Cartagena y a los hermanos Alford, fundadores de Colombia Broadcasting, luego Emisora Nueva Granada, hoy RCN. Los primeros radios que hubo en nuestro país fueron vitrolas y ortofónicas, pesados equipos que funcionaban con tubos que se debían calentar para que la señal pudiera llegar.

El 5 de septiembre de 1929, gracias a las gestiones del Ministro de Correos y Telégrafos, José Jesús García, quien ordenó la adquisición de equipos de onda media de 1 Kw comprados a la firma  alemana Telefunken, se iniciaron las transmisiones radiales con la denominada Emisora HJN, que inicialmente funcionó con sus estudios en el Capitolio Nacional y con su planta transmisora en terrenos fiscales en la zona conocida como Puente Aranda, dando origen a la actual Radio Nacional de Colombia. La emisora nacional operaba en la frecuencia de 705 Kcs de la onda media, banda de 425 metros. otorgó permisos temporales a otras dos emisoras: en Bogotá a Gustavo Uribe para la emisora “HKB La Voz de Bogotá” y en Tunja a Pompilio Sánchez para “Radio Boyacá”. Estas tres emisoras de carácter comercial  obtuvieron su licencia oficial en 1930.

Simultáneamente en Manizales, Enrique Ramírez Gaviria, quien importó un transmisor y con el cual por medio de altoparlantes ubicados en los principales lugares de la ciudad, transmitió la campaña política del Presidente Enrique Olaya Herrera. El 9 de septiembre de 1931 nació en la capital caldense “Radio Manizales” y mas tarde “Ecos de Occidente”. En la misma época se fundó en Bogotá la emisora “La Voz de la Víctor”, propiedad de Manuel Gaitán y en Medellín Alfredo Daniels montó un transmisor de onda corta con 50 vatios de potencia, el cual salió al aire con el prefijo HKO y que en 1935 se denominó “La Voz de Antioquia”
En la casa de Julio Bernal en Bogotá, funcionó desde 1932, la emisora “Radio Santa Fé” que desde su origen se orientó hacia la música popular y la música colombiana. Durante este mismo año nació la “Colombia Broadcasting” de los hermanos Alford, que posteriormente se llamó en 1935 “Emisoras Nueva Granada”.

En Cali se inicia “La Voz del Valle”, en Bucaramanga la base de “Santander Broadcasting” que en 1936 se llamaría “Radio Santander” y dio pie al nacimiento de “Radio Bucaramanga”, mientras que en octubre de 1933 se funda en la ciudad de Cúcuta “La Voz de Cúcuta”. 

Por su parte, Radio Nacional de Colombia comenzó a prestar sus servicios el 1 de febrero de 1940; siendo el  segundo proyecto de radiodifusión estatal en el país ( recordemos que el primero fue la HJN, el cual funcionó desde 1929 y hasta finales de los años 30). A lo largo de su historia, la Radio Nacional de Colombia, ha contribuido en el desarrollo de los servicios de radiodifusión en el país desde aspectos asociados a los contenidos y tecnologías, hasta debates sobre la finalidad de la radiodifusión pública; aportes que hacen parte de las transformaciones de la radio, medio que ha hecho parte de la vida de todos los ciudadanos del mundo[3].

En 1940 surgieron “Radio Continental” en Bogotá y las cadenas “Azul Bayer”, originada en Nueva Granada y retransmitida por las principales emisoras del país tres veces por semana durante media hora, también la Cadena “Kresto” con programas nacionales y 23 emisoras enlazadas que presentaban a los cantantes latinoamericanos mas importantes del momento. Como competencia surgió en 1941 la cadena “Bolívar” en Medellín. Estas tres cadenas finalmente desaparecieron en 1941 por la falta de apoyo comercial.

El 9 de abril de 1948, el Gobierno, a raíz de hechos políticos, decidió suspender todas las licencias de las emisoras y de los locutores,  otorgando permisos provisionales, lo que propició el surgimiento de la Asociación Nacional de Radiodifusión (ANRADIO), que obligaba a todas las radiodifusoras a afiliarse con el fin de obtener el restablecimiento de sus licencias. 

El 11 de septiembre de 1948 se inauguró en Bogotá “Emisoras Nuevo Mundo” y es así que por esa misma época la sociedad propietaria de “La Voz de Antioquia” compra el 50% de “Emisoras Nuevo Mundo” dando el inicio de la Cadena Radial Colombiana S.A. (CARACOL), fundada oficialmente el 2 de septiembre de 1949 con una transmisión desde el Teatro Capitol de Bogotá. A principios de 1949 y con ocasión del primer Congreso Eucarístico Internacional que tuvo lugar en Cali, nació RCN como concepto de cadena. Empresarios de la radio quindiana y propietarios de la emisora “Nueva Granada” de Bogotá se unieron con “Radio Pacífico” de la ciudad de Cali para hacer la transmisión del
congreso. Fue de tal magnitud el despliegue que terminaron uniéndose en onda corta unas 80 emisoras de todo el país y para evitarse la sobre saturación de nombres se acordó identificar la transmisión como Radio Cadena Nacional.

El 15 de septiembre de 1950 se fundó, por notables intelectuales de la década de 1950, encabezados por los doctores Álvaro Castaño Castillo, Gonzalo Rueda Caro y Eduardo Caballero Calderón, la emisora “HJCK el Mundo en Bogotá”. 

Cuando apareció la televisión en Colombia, en 1954, se pensó que la radio iba a acabarse, sin embargo esto no sucedió; por el contrario, gracias a su capacidad para esquivar obstáculos como el analfabetismo o las altas distancias, el formato radial se fortaleció y consiguió instalarse como el acompañante de las labores cotidianas de cientos de habitantes de las ciudades y el campo colombianos, tal vez de manera mas pronunciada que la misma televisión. La radio reunía a la sociedad alrededor de una sola noticia o la transmisión en directo de algún suceso extraordinario.

Y es así que llegamos al final de nuestra primera entrega de Reflexiones Hertzianas. Pronto hablaremos de la consolidación de las cadenas radiales de la Amplitud Modulada y la Frecuencia Modulada. Del fenómeno de los radioteatros y su dura adaptación al medio televisivo.


[1] http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:LMwpoMgBCWcJ:enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/La_radio_en_Colombia_-_historia+&cd=13&hl=es-419&ct=clnk&gl=co&client=firefox-b-ab
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Radio_en_Colombia
[3] https://www.rtvc.gov.co/noticia/conozca-la-historia-de-la-radio-en-colombia

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